Radiografía de la Canadá de Trudeau, el líder que recuerda a Kennedy y ya es el antiTrump

  • Es una de las figuras más populares para líderes internacionales y celebrities mundiales. Desde Ángela Merkel, a la Reina Isabel II y Barack Obama, todos le han elogiado.

    Cuál es el secreto del éxito de este hombre de 45 años, que lleva tatuajes, fue portero de discoteca, ama a Shakespeare y se ha convertido en la antítesis de Donald Trump.

Justin Trudeau es boxeador amateur.
Justin Trudeau es boxeador amateur.
Diego Caldentey

Justin Trudeau, el primer ministro de Canadá, está en boca de todos. Cautiva con su personalidad, sus habilidades oratorias y hasta con su cálida sonrisa y aspecto sereno. Este hombre de 45 años, nacido el 25 de diciembre de 1971 en Québec, que lleva tatuajes y es boxeador amateur, provoca que los grandes líderes mundiales y algunas de las celebrities más afamadas de la Tierra sucumban ante su encanto.

Ivanka Trump, hija del presidente de Estados Unidos, ha sido una de las tantas personalidades que atesora una fotografía con el canadiense, por más que él se haya erigido como una antítesis de su padre, por muchos motivos. Ella integra una lista en la que aparecen Emma Watson, Ángela Merkel, la Reina Isabel II, el propio Donald Trump, Barack Obama y Enrique Peña Nieto, quienes también han sido captados ante las cámaras junto al político americano.

Desde su origen, su historia y trayecto hasta llegar al cargo que ocupa ofrece condimentos irresistibles. Es el segundo primer ministro más joven en la historia de Canadá. Un hombre feminista, que trabajó como portero de discoteca, fue profesor de escuela pública e instructor de esquí. Además de su afición al boxeo, también le encanta practicar hockey y hacerse selfies.

Los más memoriosos recuerdan una escena ocurrida en abril de 1972, que quedó registrada en la prensa de la época. Pierre Elliott Trudeau, entonces primer ministro de Canadá, ofreció una cena elegante y glamorosa en Ottawa para recibir a un invitado especial, el que era presidente de los Estados Unidos, Richard Nixon. Aquella vez, la Orquesta Nacional amenizó una inolvidable velada. Cuando los acordes terminaron y los instrumentos dejaron de sonar, Nixon tomó la palabra, ante la atenta mirada de los presentes. Enfocando sus ojos hacia un costado, levantó su brazo derecho y alzó una copa de champagne. Después observó a un pequeño bebé de cuatro meses y mechones rebeldes, y dijo con voz jubilosa: "Esta noche, vamos a prescindir de las formalidades. Me gustaría brindar por el futuro primer ministro de Canadá, Justin Pierre Trudeau”.

El destino, inevitablemente, estaba escrito, aunque muchos no crean en esta posibilidad. El tiempo, finalmente, le dio la razón a aquel presidente al que después le esperaba el escándalo del Watergate. Pero en los inventarios y la Historia, la 'profecía Nixon' finalmente se cumplió. Justin siguió los pasos de su padre, Pierre Elliot.

Su madre era hippie cuando conoció a su progenitor. Ella tenía 18 años y él llevaba más de 30. Se casaron, pero durante su matrimonio ella siguió con hábitos singulares. Fumaba marihuana y a veces tenía comportamientos inadecuados para su cargo. Mientras estuvo casada con el padre del actual primer ministro canadiense, tuvo amoríos con Ryan O’Neal, Ted Kennedy, Ron Wood y Jack Nicholson.

Algo llevan entonces de rebeldía los genes de Justin, tan sociable como su progenitora. Acostumbrado desde muy niño a las cámaras y medios de comunicación, por la labor de su padre, gozó de una infancia privilegiada, como explica en su libro llamado 'Common ground'. Eso sí, un hecho lo marcó a fuego: la separación de sus padres, cuando aún era pequeño.De la baja autoestima a creer en uno mismo

El padre obtuvo la custodia de sus tres hijos, mientras que Margaret Sinclair se marchó para disfrutar de las fiestas en una discoteca de Manhattan llamada Studio 54. Quienes le conocen bien aseguran que la partida de su madre dejó a Trudeau con la autoestima muy baja, pues creía que él no había sido razón suficiente para que ella se quedara.

Al llegar a su juventud, Justin estudió literatura inglesa en la Universidad McGill. También fue a la Universidad de Columbia Británica y ahí recibió su título de maestro. De regreso en Canadá, se convirtió en maestro de francés y matemáticas y además en un fanático de Shakespeare.

Trudeau no bebe alcohol. Cuando trabajó como portero de discoteca, según sus memorias, vio como mucha gente caía en las drogas y el alcohol y nunca quiso que le pasara eso a él. Desde que nació vivió rodeado de la política, aunque nunca se involucró en ella. Y nadie lo había visto como un posible primer ministro hasta que su padre murió en 2000. Entonces, Trudeau dio un emotivo discurso donde evidenció sus habilidades oratorias, además de su fluidez entre el inglés y el francés.Abre las puertas a los inmigrantes

Según el analista internacional Ricardo de León Borge, la popularidad de Trudeau se debe a la posición que ha sabido mantener frente a la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos. "Creo que ha mostrado una postura fuerte pero a la vez prudente a las políticas de Donald Trump, y eso le ha valido cierta popularidad a nivel mundial. No es fácil, que el principal socio comercial piense en revisar el NAFTA, pero que además cierre las puertas a la migración y a los refugiados, y venir, como hizo Trudeau, a decirle al mundo entero que en contraposición de Trump, él como primer ministro de Canadá, le “abría las fronteras a los que huyen de guerras y del terrorismo”.

En 2003 se reencontró con una mujer a la que, según sus memorias, había "estado esperando desde hace 31 años". Se trataba de Sophie Grégoire, una expresentadora de televisión con la que terminó casándose y procreando tres hijos.

Cuando decidió seguir los pasos de su padre, Trudeau era visto como alguien con poco futuro en la política, a pesar del apellido que lleva. Pero en 2008 propuso un combate de boxeo con un senador conservador para recaudar fondos benéficos y su imagen comenzó a mejorar. Los miembros del partido liberal sabían que necesitaban a una figura que levantara cabeza por el partido, y en 2013 asumió la responsabilidad. En 2015, los liberales ganaron las elecciones después de una década de mandato conservador.El 64% de los canadienses aprueba su gestión

El 64 por ciento de los canadienses aprueba su gestión a pesar de algunas polémicas como la legalización de la marihuana o recibir a miles de refugiados que huyen de la guerra y el terrorismo. Sobre la marihuana, admitió haber fumado alguna vez, una incluso cuando ya era miembro del parlamento canadiense. "Estábamos en casa, en una cena con amigos, y los niños estaban en casa de su abuela, y uno de nuestros amigos lió un canuto y lo pasó. Le di una calada", dijo a The Huffington Post.Radiografía del estado de la economía de Canadá

Canadá, situada en América del Norte, tiene una superficie de 9.984.670 Km2 , así pues, es uno de los países más grandes del mundo. Canadá, con una población de 35.825.000 personas, se encuentra en la 38º posición de la tabla de población, compuesta por 196 países y mantiene una muy baja densidad de población, 4 habitantes por Km2. Canadá es la 10ª economía por volumen de PIB. Su deuda pública en 2017 será del 90,5% del PIB . Su deuda per cápita supera los 35.000 € euros por habitante. El paro rondará en 2017, el 7,1% en niveles de 2013.

Según las proyecciones correspondientes al invierno 2017 de la Conference Board of Canada, el PIB del país avanzará este año 1,9%, después de experimentar un crecimiento de sólo 1,2% en 2016. La clave en el crecimiento estará en un incremento de las exportaciones, pero el gasto gubernamental también tendrá un importante protagonismo en el avance, según las previsiones de la organización. No van tan bien el mercado inmobiliario y el consumo que se ralentizarán en 2017. Las exportaciones crecerán 1,7% en 2017.

El sector servicios domina la economía canadiense: representa dos tercios del PIB y emplea al 78% de la población activa. Los sectores más dinámicos son las telecomunicaciones, el turismo, Internet (en la mayoría de los hogares se utiliza Internet con regularidad) y la aeronáutica.

El sector agrícola representa el 1,5% del PIB de Canadá y emplea al 2,1% de la población. Sin embargo, el sistema agrícola y la industria agroalimentaria emplean a casi dos millones de personas y contribuyen al 8% de la riqueza nacional. Canadá es uno de los grandes exportadores de productos agrícolas del mundo, en particular de trigo.

Produce el 10% de los cultivos genéticamente modificados del mundo. La pesca es otro sector importante. Canadá es además uno los principales productores de minerales, principalmente níquel, zinc y uranio. El país dispone asimismo de grandes reservas de petróleo (tercera reserva mundial) y gas natural.

La última tasa de variación anual del IPC publicada en Canadá es de enero de 2017 y fue del 2,1%. El PIB per cápita es un muy buen índicador del nivel de vida y en el caso de Canadá, en 2017 se estima en 42.123 euros.

Si la razón para visitar Canadá son negocios, es útil saber que Canadá se encuentra en el 22º puesto de los 190 que conforman el ranking Doing Business, que clasifica los países según la facilidad que ofrecen para hacer negocios.

En cuanto al Índice de Percepción de la Corrupción del sector público en Canadá ha sido de 82 puntos, así pues, se encuentra entre los países con menos corrupción del mundo, al menos así lo creen los canadienses.Subida de impuestos a los más ricos, bajada a las clases medias

Entre otros ejes de su política, propicia un regreso al Canadá de siempre, el del consenso en el interior y el multilateralismo en el exterior. Su prioridad es subir los impuestos a los más ricos y bajarlos a la clase media. Quiere basar su gestión contra las desigualdades y contra la austeridad.Inversión en infraestructuras y servicios sociales a pesar del déficit

No le importan los presupuestos con déficit para invertir en infraestructuras y en servicios sociales. Sin ser revolucionario, ni mucho menos, rompe con la doctrina conservadora -Estado mínimo, rebajas de impuestos, desconfianza hacia lo público- que el antecesor en su cargo Stephen Harper inyectó en la política canadiense.Lucha contra el cambio climático

Ha planteado retirar a Canadá de la misión aérea contra el Estado Islámico. Quiere restablecer relaciones diplomáticas con Irán e implicarse a fondo en la lucha contra el cambio climático, que Harper veía con escepticismo. Sus asesores hablan de una diplomacia proactiva, sin los acentos neoconservadores de Harper en las intervenciones militares, las relaciones con Rusia e Israel e incluso con EE UU.

Busca, como quedó dicho, regresar al idealizado Canadá de siempre, el del diálogo y el Estado del bienestar, la Norteamérica más igualitaria y menos violenta, la burbuja de bienestar, el del respeto casi sagrado a los usos y costumbres de los inmigrantes, un país que a veces peca de superioridad moral. Por todas estas cosas, no son pocos quienes le tildan de ingenuo, pero por ahora, la gran mayoría de los habitantes (dentro y fuera de las fronteras de Canadá) se rinden a sus pies.

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