Por primera vez en la historia, el gobierno chino ha arremetido contra sus funcionarios por mandar a sus mujeres e hijos a vivir de forma permanente al extranjero. Cerca de 900 'oficiales desnudos', que es como se conoce popularmente a quien realiza esta práctica, han sido obligados a dimitir o han sido relegados a puestos inferiores después de la intervención del estado.
Los 'castigos' han sido realizados como parte de una campaña anti-corrupción, ya que el hecho de que los funcionarios tuvieran a sus familias fuera podría crear canales de ingresos ilícitos o les ayudaría a tener un lugar al que huir después de escapar de China.
La política no afecta a aquellos que mandan a sus hijos a estudiar al extranjero, sólo si tienen residencia y sueldo fijo fuera del país.
Han sido cerca de 900 los funcionarios afectados, en su mayoría de grado medio, los que han sido obligados a dimitir, retirarse de forma anticipada o han sido relegados a puestos inferiores. Se les conoce como 'oficiales desnudos' por el hecho de estar sin sus familias.
En principio el gobierno había identificado a cerca de 1.000 personas, principalmente en el estado de Guangdong, pero algunos se comprometieron a hacer volver a sus familias.
La operación se enmarca dentro de los esfuerzos del gobierno chino por evitar la corrupción dentro de su sistema y la huida de altos cargos. Según el medio China Daily, un informe del Ministerio de Comercio chino cifraba en 4.000 los funcionarios corruptos que han huido del país entre 1978 y 2003 con cerca de 50.000 millones de dólares.
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