El horror continúa en la zonas sitiadas de Siria donde el hambre sigue matando

  • En Madaya, durante la semana pasada, cinco personas murieron. Tres de ellas podrían haber sido estabilizadas y tratadas si se hubiera permitido su evacuación médica urgente.

    Con imágenes como la de Mohammed, la huida y desesperación de las decenas de miles de personas que se suben a una barcaza para llegar a Europa cobran sentido.

El horror continúa en la zonas sitiadas de Siria donde el hambre matando
El horror continúa en la zonas sitiadas de Siria donde el hambre matando

Mohammed, 17 años, fotografiado en su casa de Madaya, murió de desnutrición dos días después de que se tomara esa fotografía. A causa del sitio total de la ciudad Madaya, el tratamiento que los médicos podían brindarle era insuficiente y no había casi nada para comer. Cuando los convoyes de ayuda internacional llegaron en enero de 2016, Mohammed se encontraba en un estado extremadamente débil, y los médicos, que no tienen formación específica en el tratamiento de la desnutrición, no pudieron impedir que se agravara su estado, cada vez más desnutrido y débil. A pesar de los convoyes de ayuda, han sido identificados más de cien casos de desnutrición en Madaya por el equipo médico local. Mohammed es el rostro del hambre en Siria, un país que está  devastado por la guerra. Te matan las bombas o lo hace la falta de alimento.

Sobrevivir es una tarea imposible en un país sacudido por la guerra. Con imágenes como la de Mohammed, la huida y la desesperación de las decenas de miles de personas que se suben a una barcaza para llegar a Europa cobran sentido. Te matan la bombas o el hambre.

Médicos Sin Fronteras afirma que, pese a que el alto el fuego y los convoyes humanitarios que han contribuido a paliar las necesidades humanitarias provocadas por el conflicto, la situación sigue siendo crítica en muchas zonas sitiadas. "Durante las últimas dos semanas en las zonas sitiadas en la región de Damasco, un médico ha muerto a tiros por un francotirador, dos de los hospitales de campaña que apoyamos han sido bombardeados, barrios sitiados siguen siendo atacados y la ayuda médica permanece bloqueada o restringida”, asegura en una comunicado el director de operaciones de MSF, Bart Janssens.Asesinato del único médico en Zabadani

Quienes permanecen en Siria ven como el día a día en el país se complica por falta de alimento, de medicinas, el aumento de las bombas, los interese geoestratégicos de la potencias que luchan sobre el terreno... La semana pasada, el único médico y miembro de un equipo de rescate que quedaba en la cercada ciudad de Zabadani, fue asesinado a tiros por un francotirador después de atender a varios pacientes. En zonas más asediadas permanecen pocos médicos; en algunos lugares no hay un solo doctor. Algunos han huido para salvar sus vidas y muchos han muerto en los bombardeos o tiroteos.

En Siria, según la OMS, casi el 60 por ciento de los centros de salud no están funcionando porque fueron cerrados, dañados o destruidos. Al mismo tiempo alrededor de 25.000 personas resultaron heridas cada mes en 2015. Lo que todavía es más preocupante es que se interrumpen los programas de inmunización infantil lo que supone la aparición de enfermedades que ya se creían erradicadas, como la polio.

Ser médico es una profesión de alto riesgo. MSF ha documentado que 23 trabajadores sanitarios sirios que recibían apoyo de la organización murieron en 2015 y 58 resultaron heridos. En algunas zonas sitiadas, es común ver a estudiantes de medicina o enfermería, con formación limitada y que están aprendiendo sobre la marcha, asumir las labores médicas. Se esfuerzan al máximo de su capacidad pero, aunque MSF trata de proporcionar asesoramiento y apoyo técnico a distancia, resulta imposible prestar atención médica técnicamente compleja.Dos hospitales bombardeados

La guerra en Siria se ha convertido en un de los combates más inhumanos y menos éticos de la historia de la humanidad. No se respeta las leyes de la guerra ni las convenciones internacionales que prohíben explícitamente el bombardeo de las instalaciones sanitarias. La semana pasada dos hospitales de campaña apoyados por MSF, una escuela cercana y una serie edificios habitados en Ghouta oriental fueron bombardeados. 38 personas murieron y 87 resultaron heridas; 5 de ellas eran personal médico.

Además, cuando se permite que convoyes de ayuda internacional accedan ocasionalmente a una zona sitiada, médicos apoyados por MSF informan que artículos médicos esenciales, como suministros quirúrgicos y anestésicos y bolsas de sangre, desaparecen.Cinco personas murieron de hambre 

La falta de médico, de material sanitario, de doctores mata a los sirios. En Madaya, durante la semana pasada, cinco personas murieron. Probablemente, tres de ellas podrían haber sido estabilizadas y tratadas si se hubiera permitido su evacuación médica urgente: un niño murió pocas horas después de un accidente cuando jugaba con un dispositivo de guerra.

Algunas áreas, como Daraya y Duma, permanecen completamente bloqueadas a cualquier acceso humanitario oficial. Además, los repetidos cierres de los barrios sitiados de Barzeh, cerca de Damasco, y de El Waer, cerca de Homs, son alarmantes. Con imágenes como esta, ¿siguen  preguntándose por qué huyen?

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