Francisco arremete contra el terrorismo fundamentalista y pide a los líderes religiosos que lo condenen

    • La vida humana, don de Dios Creador, tiene un carácter sagrado", ha clamado el Pontífice durante su segundo discurso del viaje apostólico que realiza a Turquía hasta el domingo 30 de noviembre.
    • Rechazó asimismo ante Erdogan la "mera respuesta militar" contra el terrorismo en Siria e Irak, aunque recordó que es "lícito detener al agresor injusto".
El Papa comienza su visita a Turquía con una denuncia del terrorismo en Irak y Siria
El Papa comienza su visita a Turquía con una denuncia del terrorismo en Irak y Siria

El Papa Francisco comenzó su viaje a Turquía condenando el terrorismo fundamentalista ante la más alta autoridad islámica sunita de ese país, el profesor Mehmet Gormez, al subrayar que "la violencia que busca una justificación religiosa merece la más enérgica condena". Por ello, ha reclamado a los líderes religiosos que lo condenen.

En el Departamento turco de Asuntos Religiosos, el Papa ha criticado a todos aquellos que instrumentalizan la religión para la violencia. "El mundo espera de todos aquellos que dicen adorar a Dios, que sean hombres y mujeres de paz, capaces de vivir como hermanos y hermanas, independientemente de la diversidad étnica, religiosa, cultural o ideológica", ha reflexionado.

En este sentido, Francisco ha resaltado la "obligación" que tienen los líderes religiosos de salvaguardar la paz y criticar cualquier violación de la dignidad y de los derechos humanos.

"Como dirigentes religiosos, tenemos la obligación de denunciar todas las violaciones de la dignidad y de los derechos humanos. La vida humana, don de Dios Creador, tiene un carácter sagrado", ha clamado el Pontífice durante su segundo discurso del viaje apostólico que realiza a Turquía hasta el domingo 30 de noviembre.

Por otro lado, ha explicado que "las buenas relaciones y el diálogo entre los dirigentes religiosos tienen una gran importancia" porque representan un "claro mensaje" dirigido a las respectivas comunidades para expresar "que el respeto mutuo y la amistad son posibles, no obstante las diferencias".

"Esta amistad, además de ser un valor en sí mismo, adquiere especial significado y mayor importancia en tiempos de crisis, como el nuestro, crisis que en algunas zonas del mundo se convierten en auténticos dramas para poblaciones enteras", ha comentado.

Francisco ha reivindicado que los musulmanes y los cristianos "pueden ofrecer la valiosa contribución de los valores que hay en sus respectivas tradiciones", al tiempo que ha reconocido "elementos de coincidencia". El Papa ha lamentado que la situación en el Oriente Próximo"es verdaderamente trágica", especialmente en Irak y Siria y que la "situación humanitaria es angustiosa".

"Pienso en tantos niños, en el sufrimiento de muchas madres, en los ancianos, los desplazados y refugiados, en la violencia de todo tipo", ha señalado.

El Papa ha dicho que es "particularmente preocupante" que, sobre todo a causa de un "grupo extremista y fundamentalista", enteras comunidades, especialmente --aunque no sólo-- cristianas y yazidíes, "hayan sufrido y sigan sufriendo violencia inhumana a causa de su identidad étnica y religiosa".

"Se les ha sacado a la fuerza de sus hogares, tuvieron que abandonar todo para salvar sus vidas y no renegar de la fe. La violencia ha llegado también a edificios sagrados, monumentos, símbolos religiosos y al patrimonio cultural, como queriendo borrar toda huella, toda memoria del otro", ha denunciado.Irak y Siria

Francisco rechazó asimismo la "mera respuesta militar" contra el terrorismo en Siria e Irak aunque recordó que es"lícito detener al agresorinjusto" en su discurso ante las autoridades de Turquía.

"Reiterando que es lícito detener al agresor injusto, aunque respetando siempre el derecho internacional, quiero recordar también que no podemos confiar la resolución del problema a la mera respuesta militar", dijo el pontífice.

Bergoglio recordó que en Siria e Irak, donde el grupo yihadista Estado Islámico ha declarado un califato, "la violencia terrorista no da indicios de aplacarse" y que en ambos casos "se constata la violación de las leyes humanitarias más básicas".

El papa pronunció estas palabras ante el presidente turco, Recep Tayip Erdogan, quien le recibió en el palacio presidencial de Ankara, en la primera etapa del viaje que el sábado le llevará a Estambul.

El pontífice destacó que Turquía, que acoge refugiados procedentes de esos dos países, "está directamente afectada por los efectos de esta dramática situación en sus confines y la comunidad internacional tiene la obligación moral de ayudarla".

"No se puede permanecer en la indiferencia ante lo que han provocado estas tragedias", añadió el papa, quien pidió un "gran esfuerzo común" para alcanzar una "paz duradera" basada en la confianza mutua y que se destinen recursos "no a las armas sino a las verdaderas luchas dignas del hombre".

Estas son, recordó, el combate contra "el hambre y la enfermedad, en favor del desarrollo sostenible y la salvaguardia de la creación, (y) del rescate de tantas formas de pobreza y marginación, que tampoco faltan en el mundo moderno".

En territorio sirio e iraquí, "se constata la violación de las leyes humanitarias más básicas contra los presos y grupos étnicos enteros", según el papa argentino.

Bergoglio denunció que "ha habido y sigue habiendo graves persecuciones contra grupos minoritarios, especialmente -aunque no solo- los cristianos y los yazidíes".

Y recordó que "miles de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares y su patria para poder salvar su vida y permanecer fieles a sus creencias".

En su mensaje a las autoridades turcas defendió el"diálogo interreligioso e intercultural" para "apartar toda forma de integrismo y de terrorismo, que humilla gravemente la dignidad de todos los hombres e instrumentaliza la religión".

Pidió además "la solidaridad de todos los creyentes" con el objetivo de contraponerla al "fanatismo y al integrismo, a las fobias irracionales que alientan la incomprensión y la discriminación".

Ante las principales autoridades del país que le recibe, de abrumadora mayoría musulmana pero cuyo Estado se declara laico, el papa dijo que "es fundamental" que los ciudadanos musulmanes, judíos y cristianos gocen -tanto en las disposiciones de la ley como en su aplicación efectiva- de los mismos derechos y respeten las mismas obligaciones.

"La libertad religiosa y la libertad de expresión, efectivamente garantizadas para todos, impulsará el florecimiento de la amistad, convirtiéndose en un signo elocuente de paz", agregó el papa.

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