Ni los niños están a salvo de la lucha por la ropa en Idomeni

  • La imagen de una niña protegiendo con su frágil cuerpo la bolsa de ropa lanzada por encima de las vallas para protegerse del frío ante la posibilidad de que se la roben, es la imagen de Idomeni.

    Es la imagen hoy de Idomeni, como la de esas manos desesperadas entre las vallas gritando auxilio, como la de esos niños que también lanzar ropa y utensilios de higiene a sus compañeros de miseria. 

Protege con su frágil cuerpo lo que para ella es todo un tesoro. Ha logrado un paquete con ropa para protegerse del frío. Es una niña, pero se defiende de los intentos de robo como una heroína. Aunque chilla y llora. Pero no se deja amilanar por nadie. Es la imagen hoy de Idomeni, como la de esas manos desesperadas entre las vallas gritando auxilio, como la de esos niños que también lanzar ropa y utensilios de higiene a sus compañeros de miseria. 

Son las imágenes que siguen recordando a campos de concentración, son imágenes en las que de vez en cuando también se ve algo de luz. Una niña jugando con una pelota, una madre riendo con sus pequeños, bromas entre la miseria, imágenes de soledad en tiendas de campaña convertidas en casa. La vida en su extremo, casi al límite, donde sale a la luz lo mejor y lo peor de los seres humanos.

En Idomeni sobreviven 11.300 personas. Cada mañana intentan tener una vida como la suya y la mía. Se levantan, se visten, desayunan y preparan la jornada. Una jornada que cada día que pasa es más dura. A la desesperación, desinformación, frío...se suma la escasez de comida y abrigo.

Por raro que parezca, el campo de Idomeni es ya una pequeño pueblo donde la capacidad de supervivencia saca el lado más inhumano de sus habitantes. Entre tiendas de campaña empantanadas en barrizales se levantan pequeños puestos de ONGs que reparten alimento y abrigo entre los habitantes de esta pequeña ciudad de refugiados. Cuando este reparto empieza, también los hombres olvidan que los niños son vulnerables e indefensos y se repiten las peleas y luchas para conseguir un poco de abrigo. Sobrevivir es lo que importa o lograr un abrigo para mi pequeño aunque sea a costa de otro.Frontera Idomeni. La ropa se puede limpiar; la conciencia de la UE y Estados Miembros, no. #refugiados @nadinaAJB pic.twitter.com/yItLFh8duc2014 Miguel A. Rodríguez (@Marodriguez1971) 5 de abril de 2016

Las últimas lluvias han creado un barrizal que hacen todo mucho más complicado. Cierto que la esperanza se abre en todas aquellas localidades muchas de ellas españolas que han enviado ropa y comida para los que no saben de crisis porque nunca vivieron buenas épocas. La de hoy en Idomeni es la época en la que un adulto puede intentar quitarle por la fuerza a una pequeña una bolsa de ropa usada. La supervivencia al límite tiene imágenes. Habrá que abrir los ojos para verlo y no olvidarlo.

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