Los países bálticos miran con temor la amistad entre Rusia y EEUU

  • Balázs Jarábik, experto del Carnegie Endowment for International Peace, y Maxim Suchkov, experto del Consejo de Asuntos Internacionales de Rusia, analizan para LaInformación los movimientos de tropas en el flanco Este de la OTAN.

    La Alianza volverá a desplegar nuevas fuerzas en Estonia, Letonia, Lituania y Polonia. 

    La  OTAN pide a sus miembros que aumenten su gasto militar 

Los países báltico miran con temor la amistad entre Rusia y EEUU
Los países báltico miran con temor la amistad entre Rusia y EEUU

La buena relación entre EEUU y Rusia asusta. Europa y algunos países de la OTAN miran con recelo la incipiente amistad entre el presidente Donald Trump y su homólogo Vladimir Putin. Ven en la expansión de la influencia rusa un grave riesgo para la supervivencia del proyecto comunitario. La guerra en Ucrania y la anexión de Crimea; la búsqueda de influencia en las regiones bálticas y el apoyo de Putin a los líderes nacionalistas que están emergiendo con fuerza en el Viejo Continente están detrás de este miedo y nerviosismo que empezó el año pasado y se ha consolidado en 2017

EEUU trata de calmar este temor, pero la inseguridad continúa. Los ministros de Defensa de la OTAN reunidos en Munich, decidieron recientemente dar nuevos pasos para fortalecer la Alianza, principalmente en el frente del Este. No es una decisión nueva. Ya el año pasado, durante la cumbre de la OTAN en Varsovia, en julio de 2016, se decidió desplazar  armamento pesado y tanques de la alianza hacia Polonia y las repúblicas bálticas. Ahora, siete meses después la Alianza vuelve a desplegar nuevas fuerzas en Estonia, Letonia, Lituania y Polonia. Además, una brigada estadounidense realizará en breve maniobras en Bulgaria y Rumanía. No se puede decir que la situación en el flanco Este de la OTAN sea tranquila.

Balázs Jarábik, experto del Carnegie Endowment for International Peace, un think-tank con sede en Washington, en declaraciones a www.lainformacion.com  asegura que “los países del Báltico están preocupados desde la crisis ucraniana, aunque por el momento los escenarios alarmistas que preveían una agresión rusa no se han materializado".Los países del Este sí cumplen con la OTAN

Sin embargo, los países del Este forman parte de los miembros de la OTAN que más destinan al presupuesto de defensa. Polonia y Estonia cumplen con el requisito del 2 por ciento y sus presupuestos militares son los que más rápido han crecido en el mundo desde 2014, según la consultora de defensa IHS Jane's.

Rumanía quiere alcanzarlo este año. Y Lituania, Estonia, Bulgaria o Croacia, invierten más que otros países como España o Alemania. “El aumento de los presupuestos de defensa unido a la rotación permanente de unidades en el Báltico fortalecen la sensación de enfrentamiento de la OTAN con Rusia”, señala Jarábik. En su opinión ambos actores están contribuyendo a esta tensión.Los países bálticos son la frontera de la nueva Guerra Fría

Da la sensación de que los países bálticos se han convertido en la frontera de la nueva Guerra Fría. Además, esa percepción de amenaza se ha incrementado aún más desde que en otoño del pasado otoño Moscú desplegase misiles balísticos en el enclave ruso de Kaliningrado, entre Lituania y Polonia.

¿Pero cómo de posible sería una ofensiva rusa en los países del bálticos?  Maxim Suchkov, experto del Consejo de Asuntos Internacionales de Rusia, en declaraciones a www.lainformacion.com insiste en que es muy poco probable “porque estos países forman parte de la OTAN y como tal están bajo su paraguas.” En su opinión, estas regiones bálticas buscan ejercer presión porque están en la frontera y quieren más recursos económicos. “Rusia no hará ningún movimiento”, subraya.Los países del Báltico cuentan con Ligas de Defensa Civil 

Ahora bien, la sensación de vulnerabilidad está ahí. En caso de una invasión u ofensiva rusa, estas países no tendrían opciones. El ejército de Lituania posee una fuerza activa de 3.750 militares más unos 4.000 de la reserva. Letonia, solo cuenta con unos 4.000 soldados profesionales. Y Estonia, por su parte,  apenas tiene 6.000  miembros. Es por ello que los Gobiernos de estos países han desarrollado Ligas de Defensa Civil.

La de Estonia, conocida como Kaitseliit, es una de las más numerosas, con cerca de 16.000 miembros que reciben entrenamiento militar. Formada por personas de a pie, sus miembros aprenden técnicas de supervivencia, identificación de vehículos militares e incluso fabricación de explosivos improvisados.

Por su parte, Lituania reintrodujo el servicio militar obligatorio en 2015. Un año después, las autoridades repartieron un manual a la población para que esté preparada ante una posible invasión rusa. El objetivo es formar a los civiles en materia de autodefensa y reconocimiento de tanques, fusiles de asalto, granadas y demás armamento militar, aunque también contempla la opción de resistir de forma pacífica. Esta guía es la tercera de este tipo que publica el Ministerio de Defensa lituano en los últimos tres años. La UE debería dar un paso para calmar las tensiones

La tensión está en el aire. “Estaría bien que se redujera esta retórica para reducir esta ansiedad entre las provincias bálticas y rusas. No es bueno para estos países que lo notan en su economía e inversiones porque esa invasión de Moscú no creo que llegue. La UE debería aliviar estas tensiones aunque piense que Rusia está interfiriendo en las políticas europea, sea cierto o simplemente una percepción”, concluye Balázs Jarábik.

Mostrar comentarios