Un vistazo a España y Francia muestra que la 'Izquierda Radical' de Grecia no es tan descabellada ni peligrosa

  • Syriza tiene posibilidades reales de ganar este domingo en las elecciones de Grecia. Por eso su negativa a cumplir con las condiciones impuestas de Bruselas la ha convertido en la amenaza última a la eurozona. Sin embargo, tiene propuestas comunes a las que hizo el ya presidente francés, François Hollande, y se apoya en los recientes acontecimientos de España.

La izquierda griega promete nacionalizar la banca
La izquierda griega promete nacionalizar la banca

La coalición Syriza o 'Izquierda Radical? liderada por Alexis Tsipras tiene con el corazón en un puño a gran parte de Europa y Estados Unidos. Su compromiso electoral de no cumplir con las exigencias de austeridad de Bruselas ha hecho saltar todas las alarmas al ser uno de los dos favoritos para ganar las elecciones de este domingo (está igualado a los conservadores de Nueva Democracia).

Pero una evaluación más detallada de sus polémicas intenciones podría calmar las revueltas aguas europeas y desmontar el mito del fin del euro en Grecia:

1. No a la austeridad exclusiva

El anterior gobierno heleno se comprometió con la troika-la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo- a adoptar duros recortes en partidas como los salarios de los funcionarios o las pensiones. A cambio Atenas recibiría un doble rescate de 240.000 millones de euros.

Tsipras opina que eso no puede ser y ha dicho que romperá ese pacto. Sin embargo, lo que ha matizado reiteradamente, también durante una reciente visita a Berlín, es que hay que renegociar las condiciones.

Del mismo modo que el francés François Hollande advirtió en su primer discurso presidencial que "la austeridad no puede ser una fatalidad del destino y se lo diré a Alemania", el líder de Syriza (Izquierda Radical) reivindica apostar por una política de crecimiento.

Hasta la canciller Angela Merkel ha comenzado a dar su brazo a torcer en este sentido después de que ganara Hollande y los Veintisiete han retomado la idea de que solo con medidas de austeridad no es suficiente.

2. Renegociación del rescate

Grecia es el país europeo que más preocupa en gran parte por su desbocada deuda del 165,3% del Producto Interior Bruto a cierre de 2011 (mientras que España tiene un 68,5% y la media de la UE es de un 82,5%, según Eurostat). No cabe duda de que no le sobra precisamente el dinero para devolver el préstamo europeo y Bruselas no se puede permitir el lujo de perdonarle la devolución del multimillonario rescate.

Pero los planes de Tsipras, al menos en teoría, no contemplan una opción morosa. Lo que quiere el candidato izquierdista es renegociar las condiciones y además conseguir dinero con otras medidas, como los impuestos a los ricos.

La canciller Merkel en un principio respondió con una tajante negativa a la petición de su homólogo Hollande de reestructurar el pacto fiscal europeo y apostar también por medidas de crecimiento. Ahora no ha tenido más remedio que ceder y el encuentro informal de los 27 a finales de mayo se convirtió en la cumbre del crecimiento.

Quizá en un guiño combinado a este cambio de rumbo y al electorado heleno, el lema de campaña de Syriza reza "Abramos un camino a la esperanza: vuelco en Grecia, cambio en Europa".

Además, casualmente Hollande también se ha comprometido a aumentar el impuesto a sus ricos compatriotas, atendiendo así a una petición que ellos mismos –por ejemplo la dueña de L'Oréal, Liliane Bettencourt- realizaron.

El líder de Syriza planea asimismo incrementar los ingresos de los impuestos directos hasta la media europea -actualmente están un 4 por ciento por debajo de los países del bloque-, según un reciente artículo del crítico Financial Times recogido por Europa Press.

Por cierto, los conservadores de Nueva Democracia que también pueden ganar este domingo en Grecia han advertido igualmente que se deberá renegociar el rescate.

3. Nacionalización de la banca

Otros paralelismos entre Syriza y el Partido Socialista francés se extienden al Partido Popular aquí, en casa. A saber: la Izquierda Radical helena apuesta por la banca pública, pues considera a los bancos culpables en gran medida de sus males; el Gobierno de Hollande se ha comprometido a crear un banco público con la intención de beneficiar la inversión en pymes; y en España está el caso Bankia.

Precisamente en los últimos acontecimientos en España se apoya Alexis Tsipras a la hora de pedir que se revisen las condiciones impuestas a su país para el rescate: ¿por qué España puede recibir un rescate de 100.000 millones que solo condicione a la banca y no Grecia?

De acuerdo, el país heleno ocultó sus verdaderas cuentas y los agujeros de su economía a la Unión Europea, como se supo en 2010. Ahora sus problemas van claramente más allá del sector financiero, con un 22,6% de paro en el primer trimestre de 2012 y con el suministro de gas y electricidad en la cuerda floja. ¿Pero de esos 240.000 millones de euros que ha recibido no se puede calcular la cifra correspondiente a un rescate bancario y eximir al pueblo griego del peso directo en esa partida?

Nadie pone en duda la renqueante salud económica de Grecia, que vive su quinto año de recesión consecutiva con expectativas de que en 2013 continúe así. Ya se ha convertido en una de las peores recesiones de la historia, aunque no en la peor, resalta la BBC.

Sin embargo, los eventos recientes demuestran que todo es negociable y depende de la voluntad política garantizar la estabilidad de la eurozona, y con ella la del resto del mundo.

Alexis Tsipras se ha plantado y no está dispuesto a aceptar sin rechistar unas condiciones que él no ha negociado. Era de esperar. Si gana este domingo, probablemente nada podrá evitar un maremoto en las bolsas por mucho que Reuters asegure que hay un plan de contingencia.

Aún así, el Tratado de Maastricht ni siquiera observa la posibilidad de la salida del euro de uno de sus Estados miembros, así que todas las voces de alarma que ahora ponen los pelos de punta hasta a los griegos afanados en sacar sus ahorros de los bancos no tendrán más remedio que encontrar el sosiego y la forma de entenderse.

Ya lo ha dicho esta semana el secretario del Tesoro de EEUU, Timothy Geithner: "Lo que nos dicen en privado [desde la troika] es que harán lo que sea necesario para mantener la [eurozona] unida".

Sigue @maria_torrens

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