Transfieren a una cárcel común al jefe torturador del Jemer Rojo

Bangkok, 6 jun.- El jefe torturador del Jemer Rojo, Kaing Guek Eav, alias Duch, fue trasladado hoy a una prisión común camboyana donde cumplirá el resto de la cadena perpetua que le fue impuesta por crímenes contra la humanidad, informó el tribunal internacional.

Duch, detenido en 1999 y juzgado en 2009, abandonó la unidad de detención del tribunal internacional donde había estado recluido hasta ahora una vez concluyó su participación como testigo en el juicio contra la cúpula del régimen.

El exdirector del centro de detención y torturas S-21 fue trasladado a la prisión provincial de Kandal, a unos 20 kilómetros de Phnom Penh, después de que la fiscalía considerara "adecuadas" las condiciones en este centro.

"Aun reconociendo las restricciones prácticas en las condiciones de una prisión local la fiscalía concluye (...) que el alojamiento penitenciario que se ofrece a Kaing Guek Eav es el que mejor protege sus intereses", dijo en un comunicado el tribunal auspiciado por Naciones Unidas.

Las Cámaras Extraordinarias de las Cortes de Camboya (CECC), nombre oficial del tribunal, forman parte del sistema legal camboyano y son las autoridades del país "las responsables en última instancia del encarcelamiento de los procesados y condenados a prisión por las CECC", añadió la nota.

Organizaciones de defensa de los derechos humanos han denunciado las condiciones que padecen los presos en las cárceles camboyanas, por culpa de la superpoblación y la corrupción de los guardas.

Kaing Guek Eav fue condenado en 2010 a 30 años de cárcel por supervisar las torturas y muerte de unas 16.000 personas en la prisión de Tuol Sleng o S-21, una pena que en 2012 la Corte Suprema del CECC elevó a cadena perpetua en la apelación de la primera sentencia.

El tribunal aborda actualmente el segundo caso en el que se juzga al ideólogo y número dos del Jemer Rojo, Nuon Chea, y al exjefe de Estado del régimen, Khieu Samphan, ambos acusados de genocidio, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.

Unos 1,7 millones de camboyanos murieron entre 1975 y 1979 en las purgas y deportaciones masivas al campo que se llevaron a cabo en condiciones infrahumanas para instaurar un régimen socialista rural de orientación maoísta.