En su sentencia, recogida por Europa Press, el Alto tribunal andaluz aborda el despido en 2014 del que fuera "máximo responsable de compras y mariscos y pescados" de la plataforma de compras de El Corte Inglés ubicada en el mercado central de abastos de Sevilla, Mercasevilla. Dicho despido fue fruto de la investigación de la sustracción, en agosto de aquel año, de "1.200 euros que se encontraban en un sobre depositado en los cajones de la oficina que pertenecía a un grupo de empleados de la empresa".
El relato judicial, en ese sentido, desgrana que la investigación de este robo puso de relieve que el dinero sustraído "estaba destinado al pago de una serie de pedidos" que el responsable de compras "había autorizado para adquirir a un proveedor marisco que se abonaba a precio de coste". "La operativa consistía en que algunos trabajadores comunicaban" a dicho encargado su pedido personal y éste, a su vez, "formulaba el pedido a la empresa proveedora, que remitía con el pedido general de El Corte Inglés el pedido en paquete aparte dirigido a los trabajadores, con la cuenta individualizada para cada uno de ellos".
El "máximo responsable de compras y mariscos y pescados", además, se encargaba de "recibir el dinero de los trabajadores para abonarlo al proveedor", toda vez que según el relato judicial, "no consta que los responsables superiores fueran conocedores de esta práctica".
Al ser descubierta esta práctica, la empresa comunicó a este encargado su decisión de prescindir de él, pero a la vez le ofreció la posibilidad de "evitar la sanción de despido por causa disciplinaria", mediante "un acuerdo económico".
ACTO DE CONCILIACIÓN
Fruto de la posterior negociación, en septiembre de 2014 se celebró un acto de conciliación en el Centro de Mediación, Arbitraje y Conciliación (Cmac), en el cual la empresa "reconocía la improcedencia del despido y se comprometía al pago de una indemnización por importe de 20.000 euros, además de la condonación de las deudas que tenía" este encargado con la empresa matriz, "por la venta de las acciones que poseía por su condición de mando de la misma".
No obstante, el protagonista de los hechos impugnó el citado acto de conciliación, extremo desestimado por el Juzgado de lo Social número cinco de Sevilla, que al considerar "válido el acto de conciliación", zanjaba que el encargado despedido "no tiene nada que reclamar en concepto de despido".
No obstante, este hombre elevó un recurso de súplica ante el TSJA, reclamando que se apreciase "un error en el consentimiento que invalide el acto de conciliación ante el CMAC, que se considere que sus actos no son suficientes para justificar la sanción de despido, que además se adoptó sin cumplir las formalidades legales, y que se incremente la indemnización dada la antigüedad" de su relación laboral con El Corte Inglés.
"LA GRAVEDAD DE LOS HECHOS"
Pero el TSJA ha desestimado su recurso de súplica, descartando que medie un vicio de consentimiento porque este hombre, "ante la gravedad de los hechos que se le imputan, aprovecharse de su puesto de jefe de compras de pescado y marisco para obtener un menor precio en los productos para su consumo y de sus compañeros, decide llegar a un acuerdo con la finalidad de evitar un despido disciplinario, que suele ser un hecho generalmente oprobioso para un trabajador".
Además, el despedido "conocía perfectamente el alcance de la conciliación que se le ofrecía, no sólo por ejercer un cargo de responsabilidad en la empresa, sino porque en ningún momento mostró signos de temor o preocupación".
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