Asunción, 24 abr.- Miles de personas marcharon en la localidad paraguaya de Concepción para exigir la liberación del joven Arlan Fick, secuestrado por la guerrilla del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) hace 22 días, una petición a la que se unieron la Iglesia Católica y legisladores.
Los manifestantes, incluidos familiares de Fick, caminaron por la principal avenida de la localidad y asistieron a una misa en la catedral, mientras que en Asunción está convocada hoy otra celebración en su propia catedral para recordar la situación de Fick.
Los obispos católicos hicieron un llamamiento al EPP para la liberación inmediata del joven de 16 años y condenaron "todo tipo de violencia", incluido el secuestro.
"Apelamos a la conciencia de quienes retienen a Arlan en contra de su voluntad, que lo liberen, para que vuelva con su familia, sano y salvo", aseveró en un comunicado la Conferencia Episcopal de Paraguay.
El mismo mensaje se escuchó hoy en el pleno del Senado, en el que legisladores de derecha e izquierda condenaron la acción del EPP, incluida Mirta Gusinky, madre de Cecilia Cubas, secuestrada en 2004 y asesinada por un grupo de personas que pasaron a identificarse como el EPP.
"Me ha tocado vivir una experiencia que ha marcado mi vida y en ese sentido quiero decirles a mis colegas que corresponde que aquí elevemos una real protesta, que levantemos nuestra voz contra este crimen", dijo la senadora.
Cubas era también hija del expresidente Raúl Cubas (1998-1999).
Gusinky, del oficialista Partido Colorado, dijo que es "indignante" que los miembros del EPP "prácticamente se adueñen de una parte de nuestro territorio y a través del temor enmudezcan a todas esa población humilde que está esperando la presencia del Estado".
Por su parte, el senador Carlos Filizzola, del Frente Guasú, de izquierda, exigió en nombre de ese bloque legislativo la liberación de Fick "en la brevedad posible".
El joven fue secuestrado el 2 de abril tras un enfrentamiento en el que murieron dos guerrilleros y un militar, después de que un grupo del EPP asaltara una estancia en Paso Tuyá, en el departamento de Concepción, para surtirse de alimentos.
La familia afirma que cumplió con las condiciones de la guerrilla para liberarlo, consistentes en la difusión de un vídeo propagandístico y el reparto de alimentos por valor de 50.000 dólares en dos comunidades pobres del departamento.
El enfrentamiento armado que provocó su secuestro se produjo después de que la Fuerza de Tarea Conjunta, el combinado de policías y militares encargado del combate contra el EPP, recibiera un mensaje telefónico de socorro.
El resto de guerrilleros, parte de una columna del EPP, escaparon con Fick, al que utilizaron como "escudo humano" para protegerse durante la huida, según declaró entonces el ministro de Interior, Francisco de Vargas.
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