El PSOE se 'podemiza' y fracasa mientras Podemos triunfa en la socialdemocracia

A medida que las encuestas le advierten del sorpasso de Podemos, la reacción del PSOE es tratar de mimetizarse con los de Iglesias.

En las últimas semanas, los socialistas han incluido la retórica podemita en sus propuestas para el 26-J. Tanto, que en el “compromiso para un sí al Gobierno del cambio”, la propuesta de Sánchez para las nuevas elecciones, se habla incluso de 'rescate social', una clara referencia del diccionario de Iglesias, o de banca pública.

En las semanas que restan a las elecciones, el PSOE quiere reivindicarse en la izquierda. De hecho, el citado documento elude buena parte de las medidas pactadas con Rivera en el conocido com 'pacto de El Abrazo' y da un viraje claro al espacio que parece ocupar ahora Unidos Podemos.

Los socialistas quieren recuperar propuestas diluidas entonces para facilitar el acuerdo. Hablan de derogación de la reforma laboral del PP, un asunto que se rechaza desde Ciudadanos. No se descartan subidas de impuestos. Incluso se crea uno nuevo, un tributo de solidaridad para financiar las pensiones, una propuesta que el propio Iglesias ve “sensata”. Sánchez se ha comprometido, además, a someterse a una cuestión de confianza de aquí a dos años, algo similar al referéndum revocatorio que el partido emergente defendió desde sus primeros programas. La "izquierda sensata"

Este lunes, aún sin digerir las encuestas que coinciden en el sorpasso, el PSOE estrenará su nueva propuesta contra la 'explotación laboral', con medidas para sancionar las jornadas desmedidas y los abusos al trabajador.

El equipo de campaña de Sánchez es consciente de que la única vía para afrontar el empuje de Unidos Podemos es convencer al electorado de izquierdas que, o bien está desmovilizado, o bien optará por la propuesta de Iglesias.

Reclamar la “izquierda sensata” frente a la radical que, insisten, representa Podemos. En el PSOE se esfuerzan por recordar que el adversario es el PP: paradójicamente, el partido de Rajoy es el único que puede legitimarlos como principal fuerza de la oposición.Iglesias admite que no le dejarán hacer todo lo que quería

La estrategia, en cambio, no parece calar en el electorado. La táctica de Iglesias de reclamar el espacio del centro izquierda le está dando rédito, según los mismos pronósticos preelectorales. Ya sin ningún tapujo, el  candidato de Unidos Podemos insistió este lunes en ocupar el espacio de la “socialdemocracia”.

La formación morada ha reaccionado a aquellos que intentaban escorarlos hacia el comunismo, tras su acuerdo con Garzón, con una campaña 'blanca' y moderada. Un empeño que muestran desde el logo, un corazón multicolor, al lema, 'La sonrisa de un país'.

En los últimos días, Iglesias admite incluso que su propuesta habrá de plegarse a lo que mande Bruselas. Podemos acepta una reducción más rápida de lo que se proponía en su programa para el 20-D, un 3 por ciento para la próxima legislatura, en lugar del 2,5 anterior. Ello, sin mencionar las medidas que han ido dejando por el camino.

Los datos del CIS demuestran que Podemos tiene flexibilidad para adaptarse al escenario que más le convenga electoralmente. Según los últimos barómetros, un 22% se definen como progresistas, un 16% como socialistas, e incluso un 14% se define como liberal.