Rajoy quiere imitar a Aznar: se ha estudiado cómo fue investido en 1996 para repetir su estrategia

  • El presidente del Congreso, Federico Trillo, fue retrasando la sesión de investidura hasta que el equipo del que ya formaba parte Rajoy cerró un acuerdo con CiU y PNV.

    Vicepresidencia, con José Luis Ayllón, ha repasado las hemerotecas para comprobar declaraciones y movimientos durante aquellos días.

Rajoy quiere imitar a Aznar: se ha estudiado cómo fue investido en el 96 para repetir su estrategia
Rajoy quiere imitar a Aznar: se ha estudiado cómo fue investido en el 96 para repetir su estrategia

Rajoy ha repasado como el equipo de José María Aznar, del que él mismo formaba parte, negoció y gestionó en 1996 la investidura del primer presidente del Gobierno del PP. Fueron conversaciones duras con PNV y CiU, en las que el PSOE enredaba, pero que finalmente fueron satisfactorias. Entonces, Aznar contó con la complicidad de Zarzuela y de la Presidencia del Congreso que ocupaba Federico Trillo.

Es el equipo de Soraya Sáenz de Santamaría quien ha repasado cómo fueron aquellos días de marzo, abril y mayo del 96. Aznar necesitaba los votos de estas formaciones nacionalistas tras su ajustada victoria y desplegó una estrategia negociadora a varias bandas.

Mientras se reunía o hablaba por teléfono con los equipos de Jordi Pujol y Xabier Arzalluz, Aznar consiguió retrasar, en primer lugar, la sesión solemne de apertura de la legislatura, presidida por los Reyes. La Mesa del Congreso, que controlaba el PP, aprobó a finales de marzo retrasar esa cita hasta después de la investidura del jefe del Gobierno. 

Era algo insólito. Según se recogía en el reglamento, la sesión debía celebrarse a mediados de abril, pero Aznar consiguió aplazarla ya que no tenía posibilidades de ganar esa investidura. 

Entonces, la cúpula del PP, de la que ya formaba parte Rajoy, no quería que el Rey Juan Carlos y la Reina Sofía inauguraran la legislatura con el Gobierno en funciones de Felipe González sentado en el banco azul. 

El debate de investidura se aplazó entonces hasta principios de mayo, por lo que Aznar pudo tener hasta tres semanas más, con una Semana Santa de por medio, para cerrar el acuerdo con CiU y PNV. En esta decisión, Federico Trillo jugó un papel básico.

El actual embajador en Londres pactó con Zarzuela esta prórroga para que Aznar, que sí aceptó el encargo de don Juan Carlos de someterse a la investidura, tuviera tiempo para negociar con nacionalistas vascos y catalanes. 

El proceso fue el siguiente: Aznar le dijo al Rey que sí aceptaba el encargo de ir a la investidura y Zarzuela pactó con Federico Trillo que tuviera tiempo para negociar antes de fracasar. Se trata de algo similar a lo que ahora busca Rajoy: ha dicho sí, pero no

Trillo se estudió los antecedentes (en el 82 se abrió la legislatura con Felipe González en la oposición y con Leopoldo Calvo Sotelo y sus ministros sentados en el banco azul) y la Constitución para poder tomar una decisión inédita hasta entonces.

Hay que recordar que la fecha de la sesión de investidura es responsabilidad exclusiva del presidente del Congreso. Entonces fue Trillo quien la decidió y ahora es Ana Pastor quien fijará un día para el debate y las posteriores votaciones.

El encargado de revisar todas las hemerotecas de aquel 1996 ha sido José Luis Ayllón, secretario de Estado de Relaciones con las Cortes y mano derecha de Soraya Sáenz de Santamaría en Moncloa. Ha repasado declaraciones y movimientos durante aquellos días que finalizaron con el Pacto del Majestic.

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