La guerra es total. El Gobierno de Rajoy ha vivido durante la primera legislatura con dos bandos enfrentados: por un lado, los ministros del G-8 (José Manuel García-Margallo, Jorge Fernández Díaz, José Manuel Soria junto a su amigo Luis de Guindos...) y, por otro lado, los llamados sorayos (Sáenz de Santamaría, Montoro y demás). Ahora, el que fuera titular de Industria y amigo personal del Presidente del Gobierno ha reabierto la batalla escribiendo un libro de memorias donde arremete contra el ministro de Hacienda, contra la vicepresidenta, habla de favores a las eléctricas y critica la política de comunicación del marianismo.
El Gobierno del PP estuvo dividido y sigue estándolo, ya que en él todavía conviven dos ministros que si tienen que evitar hablarse lo hacen, Luis de Guindos y Cristóbal Montoro. El primero es amigo íntimo de un ex, José Manuel Soria, ya que fueron compañeros de promoción de técnicos comerciales del Estado y han seguido manteniendo relación, quedando en su tiempo libre con sus familias. Ahora, la amenaza de publicar el libro de memorias de Soria ha vuelto a evidenciar que en el gabinete de Rajoy sigue habiendo dos sectores opuestos y que no se cortan en criticarse.
La polémica viene servida por una cuenta en Suiza a nombre de Soria. Lo publica el diario El Mundo. Rajoy fue informado por Montoro de la existencia de esta cuenta bancaria que el exministro de Industria heredó, junto a su hermano, de su madre. Era, pues, una herencia que, según Soria, regularizó en su día. En Hacienda, sin embargo, tienen sus dudas de que ese dinero haya sido declarado en España. Así lo indican fuentes cercanas al Ministerio a Lainformacion.com, que aseguran que no tienen claro de que esa herencia se encuentre "en orden". El Presidente del Gobierno, por tanto, se enteró durante los días que acabaron con la dimisión de Soria de la existencia de esta cuenta en el país centroeuropeo, pero la marcha del exministro calmó la situación. Precisamente, en esos días de polémica con los papeles de Panamá, Montoro fue el ministro más contundente: "Nadie que haya operado desde paraísos fiscales puede estar en el Gobierno", dijo en Moncloa.
El de Soria es el enésimo ataque que sufre Montoro en los últimos días. Todo comenzó con la sentencia del Tribunal Constitucional que tumbaba la amnistía fiscal de 2012 y por la que tuvo que dar explicaciones en el Congreso. Le siguió la publicación de unas informaciones sobre su antiguo despacho que el afectado atribuye a una "vendetta". Más tarde vino su reprobación (el segundo ministro reprobado ya que el primero fue Rafael Catalá, miembro del G-8 rival). Y ahora viene esta amenaza de Soria.
No hay que olvidar que Guindos publicó en septiembre del año pasado un libro que levantó una gran polémica en el Gobierno por varias cuestiones: en primer lugar, por atribuirse casi en exclusividad el éxito de la recuperación económica en España y, en segundo lugar, por el agradecimiento que hace a Soria: "Al presidente Mariano Rajoy le doy las gracias por haberme dado la oportunidad de hacer este servicio al país, y al resto de mis compañeros del Gobierno, especialmente a José Manuel Soria, por su aportación".
Ese mismo mes de septiembre, Soria se vio obligado a renunciar a su candidatura para ocupar un puesto de director ejecutivo en el Banco Mundial. Le había propuesto su amigo Luis de Guindos e inmediatamente se desató la tormenta: hubo un clamor en el PP pidiendo que se diera marcha atrás a una decisión que había cabreado, y mucho. Varios barones expresaron su incomodidad, como Alberto Núñez Feijóo, Cristina Cifuentes o la vicepresidenta del Gobierno de Castilla y León, siendo los más contundentes. Soria finalmente tuvo que renunciar ante la presión.
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