Bachelet despliega militares en las regiones de Chile más afectadas por el terremoto y decreta el toque de queda

  • En torno a 10.000 soldados del Ejército chileno se han desplegado para distribuir la ayuda humanitaria e impedir los saqueos, en las regiones del Maule y el Biobío, declaradas zona en estado de catástrofe, por ser las más afectadas por el seísmo de intensidad 8,8 en la escala de Richter.

Bachelet le pide fuerza a los chilenos para enfrentar el peor terremoto en medio siglo
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EFE

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La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, anunció ayer un plan de emergencia para ayudar a los dos millones de damnificados por el terremoto del pasado sábado de intensidad 8,8 en la escala Richter, que ha dejado, por el momento, más de 700 muertos. Así, declaró zona en estado de catástrofea las regiones del Maule y el Biobío, las más afectadas, en las que se decretó además el toque de queda.

Así, en torno a 10.000 soldados del Ejército chileno fueron desplegados este domingo en las regiones del Maule y Biobío para ayudar a la distribución de ayuda humanitaria e impedir los saqueos que ya se han dado en las capitales de ambas regiones.

La situación de seguridad es más grave en Concepción, capital de la región de Biobío y segunda ciudad más poblada del país, con 670.000 habitantes, y que no tiene agua ni electricidad. En esta ciudad cientos de personas saquearon ayer centros comerciales y supermercados. La Policía utilizó gases lacrimógenos para repeler algunos saqueos.

La medida supone que ambos territorios tendrán autoridades militares y mayores contingentes de tropas y policías. Según la Constitución chilena, el estado de zona de catástrofe permite al presidente de la República restringir la circulación de las personas, el transporte de mercaderías y las libertades de trabajo, información, opinión y reunión.

Asimismo, podrá disponer la requisación de bienes y establecer limitaciones al derecho de propiedad, además de adoptar todas las medidas extraordinarias que estime necesarias. Las zonas respectivas quedarán bajo dependencia inmediata del jefe de la Defensa Nacional que el Gobierno designe.

La primera disposición de la autoridad fue decretar el toque de queda entre las 21.00 horas del domingo (00.00 GMT del lunes) y las 06.00 horas del lunes (09.00 GMT), según el general Bosco Pesce, designado jefe de zona del Maule, 300 kilómetros al sur de Santiago.

En el Biobío, a 500 kilómetros de la capital, el cargo será ejercido por el oficial de igual grado Guillermo Ramírez. En Concepción, capital del Biobío, hubo hoy enfrentamientos entre la policía y vecinos que saquearon un supermercado, desesperados por la falta de agua y víveres.

Evitar el caos y los saqueos

La alcaldesa de Concepción, Jacqueline Van Rysselberghe, había pedido la presencia de tropas para restablecer el orden, tras denunciar que la situación era "un caos". El ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma, dijo que los saqueos, que también se han producido en algunos barrios de Santiago, "no tienen ninguna justificación".

"Solamente llevamos 24 horas (desde el sismo) y muy difícil imaginar que se produzca un estado de necesidad tal que justifique un saqueo", afirmó.

Bachelet dio a conocer el plan de ayuda a los damnificados tras una prolongada reunión de coordinación en la que participaron ministros, jefes militares, jefes de servicios y empresarios.

En materia de abastecimiento, la mandataria anunció un acuerdo con las principales cadenas de supermercados para la entrega gratuita de productos de primera necesidad en el Maule, Biobío y algunos sectores de La Araucanía.

Confirmó también que el tráfico aéreo se ha comenzado a normalizar y reiteró, respecto a las ofertas de ayuda internacional, que se hará un catastro de las necesidades del país.

Adelantó, en todo caso, que se pedirá ayuda en materia hospitalaria (hospitales de campaña, insumos), infraestructura (puentes mecano), telecomunicaciones, equipos electrógenos para generar electricidad y purificadores de agua, además del traslado a Chile de especialistas en rescates.

También se aceptará ayuda en dinero, para lo cual habrá una cuenta especial, a disposición de personas e instituciones del país y del extranjero, en el Banco del Estado.

La presidenta Bachelet aseguró que el terremoto de intensidad 8,8 en la escala de Richter  es "el quinto más grande en la historia humana" e instó a toda la comunidad, civiles y militares, a ingenieros y arquitectos, entre otros, a colaborar en las tareas de reconstrucción, tras esta "emergencia sin parangón" que ha sufrido el país.

Subrayó que, a través de los respectivos ministerios, las Fuerzas Armadas y otras instituciones, esa tarea ya ha comenzado, pero reiteró la dimensión de los daños, con un millón de viviendas destruidas o perjudicadas.

La presidenta explicó que al frente de las tareas estarán los ministros del Interior, Edmundo Pérez Yoma, y de Defensa, Francisco Vidal, en coordinación con el titular de Hacienda, Andrés Velasco, a fin de asegurar los recursos financieros que se requieran. Velasco, en ese contexto, garantizó que "no habrá limitación de recursos" para las tareas de reconstrucción.

"El esfuerzo del Gobierno es para que la ayuda llegue del modo más efectivo, como ya lo dijo la presidenta", dijo el responsable de las finanzas chilenas.

La Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) precisó en tanto que, de los ya 711 muertos confirmados, 541 corresponden a la región del Maule, donde hay también cuatro desaparecidos, mientras en Bío Bío los fallecidos son 64.

En Santiago hay 36 muertos y cinco desaparecidos, en la región de O'Higgins se registraron 46 muertos y dos desaparecidos, en la región de Valparaíso los muertos son 16 y ocho los desaparecidos y en la Araucanía hubo cinco fallecidos.

El ministro de Defensa admitió en tanto que la Marina cometió "un error de predicción" al descartar la posibilidad de un tsunami tras el terremoto. "Lo que se vio en la costa es un maremoto aquí y en Burundi. Y hubo un error", admitió Vidal, que precisó que la equivocación la cometió el organismo de la Marina encargado de la predicción de tsunamis.

Varias localidades costeras del Maule y el archipiélago de Juan Fernández fueron afectados por olas gigantes y marejadas que causaron varios muertos, un número indeterminado de desaparecidos y una gran destrucción material.

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