Barroso defiende el europeísmo de Juncker ante dudas sobre su continuidad

  • El presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, destacó hoy al primer ministro en funciones de Luxemburgo, Jean-Claude Juncker, como un "europeo convencido", ante su posible salida del Gobierno de ese país tras las elecciones del domingo.

Bruselas, 25 oct.- El presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, destacó hoy al primer ministro en funciones de Luxemburgo, Jean-Claude Juncker, como un "europeo convencido", ante su posible salida del Gobierno de ese país tras las elecciones del domingo.

Barroso, preguntado por los periodistas en la rueda de prensa tras la primera jornada de la cumbre europea en Bruselas, dejó claro que no quería "entrar en comentarios sobre el desarrollo de los acontecimientos de la política interior luxemburguesa".

En cualquier caso, aprovechó la ocasión para expresar su "gran aprecio, respeto y amistad con Jean-Claude Juncker", no sólo como primer ministro de Luxemburgo "todos estos años" sino también como "europeo convencido".

Juncker asistió hoy a la cita con los líderes de la Unión Europea (UE) mientras que en su país liberales, socialistas y Verdes tratan de formar gobierno y dejar fuera al hasta ahora primer ministro, de la formación democristiana CSV, ganadora de los comicios celebrados el domingo.

"Para empezar, el Gobierno todavía no se ha formado. Veremos, hay negociaciones que pueden tener éxito o no. No voy a entrar en cuestiones hipotéticas", indicó por su parte el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.

Dicho eso, Van Rompuy destacó que "todos apreciamos mucho el trabajo que ha hecho el señor Juncker. Pero, de nuevo, es muy pronto para hablar de ello".

Por parte de Juncker "no ha habido un golpe de efecto", señaló Van Rompuy ante la insistencia de la prensa por una posible marcha de Juncker.

"Tiempo al tiempo", concluyó el presidente del Consejo Europeo.

Juncker llevaba 18 años al frente del Ejecutivo luxemburgués y ahora gobernaba en coalición con los socialistas.

Antes de que la nueva coalición vea la luz, las tres formaciones mencionadas tendrán que ponerse de acuerdo sobre el programa de Gobierno, un movimiento que enviaría a la democristiana CSV a la oposición por primera vez desde 1979.

Las tres formaciones concernidas obtuvieron en los comicios del domingo 32 de los 60 escaños de la cámara de diputados del Parlamento, mientras que los democristianos se quedaron con 23.

El CSV logró el 33 % de los votos y se mantiene como la fuerza más votada en el Gran Ducado de Luxemburgo, pero perdió 3 de los 26 escaños que obtuvo en las elecciones de 2009, mientras que los liberales del DP pasaron de 9 a 13 diputados y los socialistas del LSAP mantuvieron sus 13 parlamentarios.

Las elecciones anticipadas en Luxemburgo fueron convocadas a raíz de un escándalo de supuestas irregularidades cometidas por el departamento de inteligencia (SREL), entre ellas escuchas ilegales y malversaciones de fondos.

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