Los archivos de "Reyes" vuelven a poner en jaque a Colombia y sus vecinos

Bogotá.- Las computadoras de "Raúl Reyes", el líder de las FARC muerto en una operación militar colombiana en territorio ecuatoriano en 2008, volvieron hoy a escena con la publicación de un informe sobre su contenido en el que se vincula a los Gobiernos de Ecuador y Venezuela con la mayor guerrilla de Colombia.

El informe, elaborado por el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS) de Londres a partir del material informático incautado en la operación, avala la acusación de tener nexos con las FARC hecha en su día a los Gobiernos de Ecuador y Venezuela por el anterior presidente colombiano, Álvaro Uribe.

La reacción del Gobierno de su sucesor en el cargo, Juan Manuel Santos, que asumió en agosto de 2010, ha sido no comentar el informe y subrayar que ha "pasado página" sobre lo que hasta hace menos de un año fue motivo de una grave crisis diplomática con Ecuador y Venezuela, con ruptura de relaciones diplomáticas incluida.

Por su parte, los Gobiernos de Ecuador y Venezuela respondieron indignados ante lo que calificaron como "inexactitudes", "inconsistencias" o directamente información "totalmente falsa".

Entre otras muchas cosas, el informe del IISS, titulado "Los documentos de las FARC: Venezuela, Ecuador y el archivo secreto de Raúl Reyes", destaca el "atractivo genuino" del presidente venezolano, Hugo Chávez, por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) desde sus primeros tiempos en el poder.

"Mientras Chávez públicamente propugnaba la neutralidad y se ofrecía como mediador honesto en negociaciones de paz con el gobierno colombiano, también permitía que las FARC utilizaran el territorio venezolano para su refugio, operaciones transfronterizas y actividad política, y efectivamente asignó al grupo un papel en la sociedad civil venezolana", dice el informe del IISS.

Las relaciones entre Chávez y las FARC pasaron por altibajos y llegaron casi a la ruptura en 2004, pero en los años 2006 y 2007 se inició una reconciliación, basada en que Chávez veía en la organización guerrillera un aliado estratégico para el caso de una agresión del Imperio y para la formación de un bloque revolucionario en el continente, según el IISS.

Chávez se reunió varias veces con los altos mandos de las FARC y se comprometió a ayudar al grupo para lograr la "legitimidad política", además de reafirmar formalmente las garantías para que utilizaran el territorio venezolano.

También, siempre según el IISS, ofreció suministrarles 300 millones de dólares y exploró varias opciones, una de ellas mediante un acuerdo trilateral con Bielorrusia, para dotar a las FARC del tipo de armas que "alterarían el balance estratégico en Colombia".

Sin embargo, cuando se produjo la muerte de "Raúl Reyes", alias de Luis Edgar Devia, "ninguno de estos acuerdos se había finalizado ni se había pagado ningún dinero".

En cuanto a Ecuador, el informe señala que "como sucedió con Venezuela, en los años noventa las FARC establecieron una presencia en las regiones fronterizas" con Colombia, aunque "nunca obtuvieron apoyo estatal ecuatoriano semejante al que lograron en Venezuela".

El informe indica no obstante que la guerrilla "tuvo por lo menos algo de contacto con administraciones sucesivas y fue exitoso en fomentar tensiones entre Ecuador y Colombia".

"Raúl Reyes" -dice el IISS- tuvo una base "relativamente permanente" en territorio ecuatoriano desde 2003 hasta su muerte en Angostura (Ecuador) el 1 de marzo de 2008.

En 2006, cuando el hoy presidente ecuatoriano, Rafael Correa, anunció su candidatura, "sus credenciales de izquierda no convencieron del todo a las FARC", pero cuando su popularidad se incrementó, "el grupo aportó aproximadamente US$ 400.000 a su campaña", dice el IISS.

"Es casi seguro que Correa aprobó el ingreso de estos fondos en su campaña, pero esto no condujo a una política de apoyo estatal a los insurgentes durante el corto período entre el ascenso de Correa a la presidencia y la muerte de Reyes", señala.

La muerte de Reyes interrumpió la "relación creciente" de las FARC con Ecuador y "no existe evidencia que sugiera que esta relación haya prosperado desde entonces", concluye el informe.

En declaraciones a Efe en Quito, el vicecanciller de Ecuador, Kintto Lucas, tildó de "totalmente falsa" la alegación de que el presidente Correa recibió dinero de las FARC para su campaña.

"Nosotros siempre dijimos que no reconocíamos los discos duros (de las computadoras de Reyes), porque no sabemos si realmente son reales o inventados", dijo Lucas, quien subrayó que el Gobierno de Ecuador no reconoce por tanto la información contenida en el informe del Instituto.

"Parece un informe latinoamericano poco fiable", manifestó la embajada de Venezuela en Londres en un comunicado, en el que destacó que hay "imprecisiones básicas" en el documento.

"La comunidad internacional no debería aceptar como válido el uso de archivos sin verificar por parte de este instituto británico", subrayó la legación, que advirtió de que este informe "puede convertirse en parte de una herramienta de propaganda contra Venezuela para socavar el progreso en la región".

La representación diplomática se pregunta por qué este informe se da a conocer "precisamente en un momento en el que las relaciones entre Venezuela y Colombia han alcanzado un nivel de cooperación estable y de diálogo amistoso".

La canciller colombiana, María Ángela Holguín, se negó a comentar el informe del IISS, que le fue encargado a esa entidad por el Gobierno de Colombia cuando Uribe era aun presidente.

"Yo conversé con el canciller (venezolano, Nicolás) Maduro, sobre la salida de ese informe y coincidimos en que pasamos la página", dijo la ministra a la emisora La W.

Además confió en que dicho informe "no traiga ruido" ni "dañe el camino" trazado con Venezuela y Ecuador tras el restablecimiento en 2010 de las relaciones con ambos países.

En el mismo sentido que Holguín, el canciller brasileño, Antonio Patriota, subrayó que "lo importante" es hoy el "nuevo clima de entendimiento" que existe entre Venezuela y Colombia, que permite "trabajar en armonía por la integración suramericana".