El 'frente andaluz' presiona a Sánchez con la abstención para que gobierne el PP

    • El entorno de Susana Díaz empieza a dejar claro por dónde irá el reclamo de la presidenta en el comité federal del sábado.
La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz.
La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz.

Pocos son los que creen que Susana Díaz mantenga el perfil bajo de las últimas semanas en el comité federal de este sábado. Es más, todos se preparan para un estallido de la presidenta andaluza. Y sonoro.

Díaz, que estos días opta en público por pedir prudencia y respeto a los tiempos parlamentarios, guarda en privado el mensaje con el que el fin de semana quiere advertir al secretario general: el PSOE tiene que irse a la oposición, el PP debe gobernar con la abstención socialista.

Ella no lo dice, pero su círculo de máxima confianza empieza a lanzar el aviso. El presidente del PSOE de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos, considerado su padrino político, y a quien la presidenta confía los asuntos más delicados, se mostró ayer explícito. "Con el PP como el partido que más escaños ha obtenido, el PSOE tiene que ir a la oposición", dijo en una entrevista en una emisora andaluza.

La postura no es nueva. Ya en su primera valoración de los resultados del 20-D, Díaz advirtió a Sánchez de que habría de aceptar que el papel del PSOE era el ser "el principal partido de la oposición". Este reclamo se asume desde hace tiempo en los círculos socialistas, donde no se descartó un plan en un principio hasta rocambolesco: Díaz secretaria general y abstención para permitir un gobierno del PP.

La estrategia sonó casi nítida en plena incertidumbre por la composición de gobierno en Cataluña- entonces, la condición de la consulta de Podemos sí era línea roja para los de Iglesias-aunque disponía un ritmo de tiempos muy ajustado: una primera sesión de investidura fallida a Rajoy en la semana del 25 de enero al 1 de febrero, una nueva votación dos días después, también fracasada, y un plazo de dos meses para buscar acuerdos antes de unas nuevas elecciones. Marzo sería la fecha de esos comicios. Por entonces, según los planes de Díaz, habría de celebrarse el congreso federal del que saldrá elegido el nuevo secretario general.

La presión para que el PSOE se abstenga ante el PP es cada vez mayor en amplios sectores del socialismo. Tanto, que por Ferraz circularon rumores de un posible "tamayazo" de Díaz y sus diputados en una sesión de investidura a Rajoy. "No hará nada que pueda perjudicar al partido", resuelve un dirigente preguntado por ese hipotético golpe de mando de la andaluza. Eso supondría, señala, una fractura insalvable para el partido. Por el momento, las opiniones son personales. "Lo mío es sólo una más y me debo a un órgano colegiado", dijo también Villalobos, en referencia al Comité Federal.

En la misma línea se han expresado recientemente otros exdirigentes socialistas, como Alfonso Guerra, quien, desde un artículo en la revista Tiempo, avanzó como posible una abstención del PSOE para permitir al PP formar gobierno. La otra era la repetición de elecciones.

Esa abstención exigiría al PP amplias cesiones, que el presidente en funciones ha dicho está dispuesto a ofrecer. El exministro José Bono también rompió ayer el silencio para defender un gobierno de concentración entre constitucionalistas, esto es, PP-PSOE y, podría ser, Ciudadanos. La propuesta, defendida por los miembros de la Fundación España Constitucional-hasta 40 exministros de PP, PSOE y UCD, entre ellos también el popular Eduardo Zaplana-incluye un programa de gobierno pactado, en torno a la defensa de la unidad de España, para una legislatura corta.

La apuesta del expresidente Felipe González, 'tutor' de Susana Díaz, es también clara, aunque restringe el peso del PSOE en ese hipotético acuerdo. Según González, la mejor opción sería un gobierno PP y Ciudadanos, aupado con la abstención de los socialistas.

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