Un profesor y comentarista televisivo, favorito para las presidenciales portuguesas

  • El conservador Marcelo Rebelo de Sousa, profesor universitario y comentarista televisivo, parte como favorito para las elecciones presidenciales del domingo en Portugal, tres meses después de las legislativas, que dieron un vuelco al paisaje político del país.

El jefe del Estado portugués carece de poder ejecutivo, pero puede disolver el parlamento en caso de crisis política y tendrá cierta influencia sobre el gobierno minoritario socialista, dependiente de una alianza frágil con la izquierda radical.

La derecha obtuvo el mayor número de votos en las legislativas del 4 de octubre, pero sin mayoría absoluta, por lo que fue tumbada por un frente antiausteridad formado por el Partido Socialista, el Bloque de Izquierda y el Partido Comunista.

Rebelo de Sousa, de 67 años, obtendría entre 52 y 55% de los votos según los últimos sondeos. Espera ganar en la primera vuelta, muy por delante de sus nueve contrincantes, un número récord de candidatos.

Sus principales adversarios son el independiente de izquierda Antonio Sampaio da Novoa, con entre el 17 y 22% de intención de voto, y Maria de Belem Roseira, una exministra socialista a la que las encuestas otorgan entre el 8 y 13%.

El Partido Socialista está dividido y llamó a votar por cualquiera de los dos candidatos, dejando para una hipotética segunda vuelta la decisión de cuál de ellos apoyará.

Profesor de la Universidad de Lisboa como su adversario de derecha, Sampaio da Novoa, de 61 años, cuenta con el apoyo de los expresidentes socialistas Mario Soares y Jorge Sampaio y aboga claramente por una unión entre el PS y la izquierda radical.

Más centrista, Maria de Belem Roseira, una jurista de 66 años, afirma contar con el respaldo del eurodiputado socialista Francisco Assis, contrario a una alianza de ese tipo.

Para gran pesar de la derecha, Rebelo de Sousa se mostró conciliador con el gobierno socialista dirigido por Antonio Costa, su antiguo alumno de la facultad de derecho de Lisboa.

El presidente de la República no debe actuar movido por estados de ánimo, afirmó Rebelo de Sousa, al que los portugueses llaman el "profesor Marcelo". "Haré cuanto pueda para garantizar la duración" del gobierno, dijo.

El "Profesor" es muy popular en el país gracias a sus crónicas del domingo por la noche en la televisión portuguesa, una actividad que ha abandonado para centrarse en su candidatura.

Fue presidente del Partido Social Demócrata (PSD, centroderecha) de 1996 a 1999, pero se declara independiente y eso a pesar del apoyo oficial del PSD y del CDS (conservador).

En sus mítines, los dirigentes locales de los partidos de derecha quedaron relegados a las últimas filas de las salas.

Rebelo de Sousa también mantuvo a distancia al ex primer ministro Pedro Passos Coelho, defensor de la austeridad, para "evitar contaminar esta campaña independiente".

Hizo lo propio con el presidente saliente, el conservador Anibal Cavaco Silva, cuyo estilo rígido contrasta con el informal de su probable sucesor.

La aparente tolerancia del candidato con el gobierno de izquierda ha desatado incomprensión y resentimiento entre la derecha, que cuenta con elecciones anticipadas para recuperar el poder.

La oposición apuesta por la disolución del parlamento, un arma que estará en manos del futuro presidente a finales de abril, es decir seis meses después de la entrada en funciones de la actual asamblea.

Entre tanto, Portugal se prepara para una probable cohabitación entre un presidente de centroderecha y un gobierno socialista cuya supervivencia depende de la extrema izquierda.

Si ninguno de los candidatos obtiene más del 50% de los sufragios, los dos más votados se enfrentarán en segunda vuelta el 14 de febrero.

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