Taiwán elige su futuro bajo la mirada del empresariado, China y EEUU

  • Los taiwaneses votan hoy en unos comicios presidenciales y legislativos que han despertado interés y preocupación entre el empresariado, China y Estados Unidos, ante una eventual desestabilización de los lazos con China en caso de que venza la independentista Tsai Ing-wen.

Francisco Luis Pérez

Taipei, 14 ene.- Los taiwaneses votan hoy en unos comicios presidenciales y legislativos que han despertado interés y preocupación entre el empresariado, China y Estados Unidos, ante una eventual desestabilización de los lazos con China en caso de que venza la independentista Tsai Ing-wen.

Magnates como Terry Gou, presidente del grupo Hon Hai, el mayor fabricante mundial de productos electrónicos para marcas internacionales que manufactura los iPhones e iPads de Apple, y Cher Wang, presidenta de gigante de la telefonía móvil HTC, pidieron apoyo para la política hacia China del actual presidente Ma Ying-jeou.

Los miles de empresarios taiwaneses con intereses en China no quieren correr riesgos de desestabilización de los lazos bilaterales, para proteger sus más de 150.000 millones de dólares invertidos en China, la firma de 16 acuerdos bilaterales, incluido uno de libre comercio, y la llegada de más de 1,6 millones de turistas chinos en 2010.

Pekín, que ha aprendido la lección de que con amenazas y maniobras militares sólo consigue soliviantar al electorado taiwanés, se mantiene en silencio, pero no ha dejado de instar a que vuelvan a votar el casi millón de taiwaneses que residen en China y ha criticado duramente la postura de Tsai.

En el caso de Estados Unidos, mientras las declaraciones oficiales hablan de que "respeta la democracia y está dispuesto a colaborar con quienquiera que salga elegido", un exdirector de su representación en la isla del 2002 al 2206, Douglas Paal, llegado a Taiwán como observador, se declaró a favor de la política hacia China de Ma y criticó como "poco factibles" los planes de Tsai en relación a Pekín.

La decisión sobre el futuro de la isla no está, sin embargo, en las manos del empresariado, China o Estados Unidos, y los sondeos de opinión hasta el 4 de enero, última fecha permitida, presentan un empate virtual.

La independentista moderada, Tsai Ing-wen, de 55 años y doctora por la prestigiosa Escuela de Economía de Londres, asegura que su elección supondrá "cambiar a Taiwán", dar una oportunidad a los sectores menos favorecidos y reforzar la defensa de su soberanía e independencia, sin crear conflictos con China.

Tsai ha propuesto alcanzar un consenso sobre los lazos con China, de modo democrático y transparente, con la participación de la sociedad civil, con el que espera negociar con China una relación pacífica y mutuamente beneficiosa.

Hasta el momento, el mínimo aceptable para Pekín es el llamado "Consenso de 1992", un acuerdo en la ambigüedad, por el que ambas partes aceptan que existe una China y se reservan el derecho a definirla a su modo, pero Tsai se niega a reconocerlo, lo que crea incertidumbre sobre el futuro de los lazos.

La candidata independentista cuenta con la simpatía de los nacionalistas taiwaneses, de muchos sectores académicos y del carismático expresidente Lee Teng-hui, que tras 12 años al frente del gobierno de la isla y del Partido Kuomintang, dejó ese partido y creó uno independentista: la Unión Solidaridad de Taiwán.

Lee, que cumple 89 años el 15 de enero, asistió a la última concentración electoral de Tsai, y pidió el voto para Tsai, en "su última batalla por Taiwán", "para dar una oportunidad a Taiwán", palabras que sin duda moverán el sentimiento de muchos nacionalistas isleño.

Los candidatos presidenciales son el actual mandatario Ma Ying-jeou del Partido Kuomintang (KMT), la presidenta del independentista Partido Demócrata Progresista Tsai Ing-wen, y el ex dirigente del KMT James Soong.

En los anteriores comicios presidenciales del 2008, venció Ma Ying-jeou con el 58,45 por ciento de los votos ante el candidato del PDP, Frank Hsieh, que obtuvo el 41,55 por ciento, mientras que en las legislativas, celebradas separadamente, el KMT consiguió 81 de los 113 escaños y el PDP sólo 27.

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