Este domingo se ha conocido el listado de 20 delegados seleccionados por el Alto Comité de Negociación (ACN) tras dos días de debates en la capital saudí, Riad. Ahora incluyen a los conocidos como grupos de Moscú y El Cairo, quienes rechazan la utilización de la violencia y defienden el activismo pacífico como vía para el cambio político.
Entre los delegados hay diez representantes de la oposición política y diez dirigentes de los grupos de la oposición armada. Sin embargo, el propio ACN ha advertido de que la lista podría sufrir cambios.
El negociador jefe del ACN, Mohammad Sabra, ha explicado en declaraciones a la televisión saudí Al Hadath que la delegación aúna a distintos grupos y ha denunciado la intención de potencias extranjeras de imponer su punto de vista en este proceso, una posible referencia a Rusia.
El organismo ha elegido además a un nuevo jefe de la delegación negociadora, Nasr al Hariri, una veterana figura de la oposición procedente del sur de Siria.
En un comunicado, el ACN ha señalado que el objetivo de las negociaciones es una transición política bajo los auspicios de la ONU en la que el presidente Al Assad no tenga ningún tipo de función. Sin embargo, no recoge su reivindicación tradicional de que Al Assad debía marcharse al inicio de la fase de transición.
Además, el documento rechaza que las potencias extranjeras opinen sobre el futuro sistema político sirio sin el consentimiento de los sirios, en aparente referencia a la propuesta de proyecto de constitución para Siria planteada por Rusia el mes pasado. Moscú subrayó que su único objetivo era fomentar el debate.
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