Los líderes europeos insisten en potenciar los retornos y reforzar la frontera para contener la inmigración

EUROPA PRESS

En una declaración pactada durante la cumbre que reúne a los líderes europeos en Bruselas, los Veintiocho reconocen que "hacen falta mayores esfuerzos" para reducir la llegada de inmigrantes irregulares, sobre desde África, y para "mejorar los índices de retorno".

Así apuestan por seguir avanzando en los acuerdos con terceros países considerados de origen o tránsito de los inmigrantes que huyen a Europa, con el objetivo de afianzar pactos que agilicen las deportaciones. Para ello, señalan que la UE debe utilizar "todas las políticas, instrumentos y herramientas" a su disposición, como la ayuda al desarrollo y el comercio.

En esta línea se hacen eco de los progresos del Servicio de Acción Exterior de la UE que dirige Federica Mogherini para cerrar las primeras cinco asociaciones de este tipo, con Níger, Nigeria, Mali, Senegal y Etiopía.

Los mandatarios esperan que en diciembre haya una evaluación sobre los avances logrados con estos países y se estudie "ampliar" la iniciativa a otros países de la región.

El otro pilar sobre el que la Unión Europea apoya su nueva estrategia migratoria es el refuerzo de su frontera exterior, por lo que recuerdan los trabajos en marcha para examinar la posibilidad de un Sistema de Entradas y Salidas.

También esperan "con interés" una propuesta formal de Bruselas para un Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes a imagen del que ya tiene Estados Unidos, para registrar y, si es necesario denegar, la entrada de extracomunitarios que no necesitan visado.

En cualquier caso, la UE sigue adelante con la creación del cuerpo europeo de fronteras y guardacostas, que se espera esté plenamente operativo a finales de año, y los Estados miembros se comprometen a dar la "formación necesaria" a los expertos que requiere la Agencia Europea de Apoyo al Asilo (EASO).

Una frontera exterior segura será el camino para recuperar el normal funcionamiento del espacio sin fronteras Schengen. El objetivo de los Estados miembros sigue siendo levantar los controles sistemáticos y temporales en la frontera interior que aún aplican algunos países como Alemania, pero el documento matiza que se hará adaptando los tiempos a las necesidades de seguridad.

También han confirmado su determinación a vigilar con atención el Mediterráneo occidental "para poder reaccionar con rapidez a los acontecimientos" si se eleva la presión en la zona, tras el cierre de la ruta de los Balcanes y el paso desde Turquía.

Además recuerdan la urgencia de "acelerar la reubicación" de los 160.000 demandantes de asilo que los Estados miembros se comprometieron a trasladar desde Grecia e Italia hasta su territorio.

El polémico sistema de reparto de cuotas de acogida entre los países sigue dividiendo al bloque, y los países del Este han vuelto a llevar a la mesa de debate su plena oposición a cualquier método obligatorio, según han indicado fuentes europeas.

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