Trump y el Brexit

El apoyo de Donald Trump a la salida del Reino Unido de la Unión Europea ilustra la dificultad del candidato republicano para forjarse una imagen creíble de futuro ocupante de la Casa Blanca.

Su crítica al "establishment", su discurso incendiario ante las dificultades económicas, el señalamiento de la inmigración como un problema: los temas de la campaña electoral del magnate inmobiliario coinciden en mucho con aquéllos discutidos durante meses por los partidarios de la salida del Reino Unido de la Unión Europea.

"Es fantástico" se congratuló Trump tras el resultado favorable a la salida del bloque en el referéndum en el Reino Unido.

Sus declaraciones sobre el Brexit se transformaron en verdaderas metidas de pata, revelando la falta de preparación del multimillonario neoyorquino.

Refuerza la impresión de que su campaña electoral, en vez de dar cada vez más prueba de profesionalismo ante las elecciones del 8 de noviembre, será la de un hombre que tiene un único auténtico asesor: él mismo.

Mientras que el mundo entero observaba el viernes, con una mezcla de incredulidad y pánico, como se desplomaban las bolsas mundiales y la libra esterlina, Donald Trump organizaba una asombrosa conferencia de prensa en su campo de golf escocés en Turnberry.

"Sinceramente, cuando la libra baje, más gente vendrá a Turnberry", declaró.

Su rival demócrata Hillary Clinton no tardó en denunciar, en un nuevo video, el peligro de confundirse sobre asuntos de gran importancia.

"Todo presidente es puesto a prueba por los acontecimientos mundiales, pero Donald Trump piensa en cómo su complejo de golf puede sacar ganancia de ellos", narra el video de Clinton.

"Intentó transformar un desafío económico mundial en una publicidad", insistió Clinton el lunes durante un acto de campaña en Ohio.

De vuelta en Estados Unidos, Donald Trump intentó tomar control sobre la situación criticando a los medios y desviando la discusión hacia otros asuntos.

"Yo había anunciado el Brexit (Hillary se equivocó)", aseveró en Twitter.

Sin embargo, anteriormente Trump se había mostrado menos convencido sobre el futuro de Gran Bretaña. La víspera del histórico referéndum, había señalado que el asunto no le interesaba mucho.

"Trump intentó sacarle jugo al Brexit pero él mismo se complicó la tarea", resumió Larry Sabato, politólogo de la Universidad de Virginia.

No obstante, los resultados del referéndum británico se presentan como una advertencia para los demócratas que esperan que Hillary Clinton gane las elecciones presidenciales.

La derrota de la campaña a favor de la Unión Europea en Gran Bretaña es una prueba de los límites de una campaña que se basa principalmente en el argumento de que "si se vota por el bando opuesto, será el apocalipsis".

De hecho, este es un argumento al que la exsecretaria de Estado, que no logrado movilizar masas de votantes demócratas, ha recurrido en las últimas semanas.

Pero las diferencias entre Estados Unidos y Gran Bretaña son muchas y la principal es la composición demográfica, un factor crucial a la hora de discutir la inmigración.

"Estados Unidos es un país de inmigrantes (...) existe un bloque significativo de nuevos estadounidenses que votan y que tienen el poder de contrarrestar la opinión anti-inmigración", señaló Elaine Karmack de la Brookings Institution.

La Casa Blanca busca descartar toda comparación entre las dos votaciones.

"Es difícil explicar cómo un referéndum en Gran Bretaña podría ser una fuente de enseñanza para una elección estadounidense que ocurrirá en cinco meses", insistió el lunes Eric Schultz, portavoz del presidente Barack Obama y que pronto debería unirse a la campaña de Hillary Clinton.

Mientras se acerca la convención republicana en Cleveland en julio, Donald Trump busca encontrar el posicionamiento adecuado. Una prueba de ello fue cuando rompió con su director de campaña Corey Lewandowski.

"Un teleprompter no será suficiente", sentenció Larry Sabato, refiriéndose a los últimos discursos en los que Trump intentaba presentarse con un tono más moderado.

Y los sondeos parecen demostrarlo. El último sondeo de The Washington Post-ABC, publicado el domingo, mostró que el hombre de negocios, un novato en política, está 12 puntos porcentuales detrás de Hillary Clinton.

Mostrar comentarios