Sarkozy ya no es tan líder de la derecha francesa porque Juppé le adelanta

Sarkozy ha vuelto pisando fuerte, pero su liderazgo en el seno de la derecha de la República no está tan claro a pesar de que queda largo recorrido hasta las elecciones presidenciales de 2017. Ahora una nueva encuesta, las encuestas en Francia últimamente no dejan de levantar ampollas, revela que el 36 % del conjunto de los franceses prefieren al discreto Alain Juppé, frente al siempre polémico Sarko.

Según una encuesta de Ifop para el diario "Dimanche-Ouest-France", que será publicada en su integridad este domingo, Juppé es para el 36 % de los franceses su candidato favorito para representar a la Unión por un Movimiento Popular (UMP) en las presidenciales, frente a un 21 % que se decanta por Sarkozy.

No obstante, para el caso concreto de los simpatizantes de la UMP, Sarko sigue siendo el favorito, aunque ya no de manera tan clara, le eligen un 53% frente al 52% que prefiere al exministro Juppé.

Señalado como un hombre discreto, Alain Juppé es una de las figuras que la prensa francesa ve como el que podría batir a Marine Le Pen en una primera vuelta a las elecciones presidenciales de 2017 al Elíseo. Dentro, por supuesto, del sector de la derecha francesa. Tras la entrevista que mantuvo Nicolás Sarkozy en la televisión francesa con motivo de su 'rentrée' Juppé aprovechó para escribir en su blog y hacerse eco del modelo que quiere para Francia y que plantea como la "alternancia" en el seno de su partido.Sarkozy vuelve con fuerza y ganas a la política

Sarko no dejó indiferente a nadie en su 'rentreé' política, algo a lo que tiene acostumbrados a los franceses. Fue el pasado 19 de septiembre cuando publicó un claro, directo y quizá hasta 'romántico' mensaje en su cuenta oficial de Facebook. En este extenso texto el exmandatario galo aludía a los orígenes de la misma República francesa y se veía más o menos como un salvador de la madre patria.

Los socialistas se hacían eco de esta vuelta fulgurante y lo hacían a través de su máximo representante, Jean Christophe Cambadélis: " He visto tres cosas en su intervención: vuelve con rencor en el corazón y revancha en la mente. Segundo, su programa es él y su balance son los demás. Y tercero, creo que ha sido candidato a la presidencia de la Unión por un Movimiento Popular (UMP) durante 48 horas y que ya está en la (campaña) presidencial".

La misma Marine Le Pen aseguraba que Sarko lleva utilizando el mismo "argumentario vacío" desde hace treinta años.

No obstante, la sombra de los escándalos no cesa y sobre Nicolás Sarkozy ha vuelto a planear la sospecha relacionada con el "affaire Bygmalion", la agencia de comunicación contratada para llevar a cabo la campaña de las presidenciales de 2012 y que está acusada de haber recibido financiación ilegal para llevar a cabo sus actividades.

Le Monde publicaba hace varios meses que, en función de los documentos de las investigaciones previas del caso, que el montante de los recibos podría ascender a más de 18, 5 millones de euros. Las autoridades están decididas a que van a llegar hasta el final para saber cuál es el papel que jugó "Sarko" en el caso de las facturas pues los investigadores han confirmado que hay un sistema de financiación oculto en la campaña.Y mientras, en la izquierda, Hollande se desinfla

Un 84 % de los franceses no quiere que el presidente francés, François Hollande, vuelva a presentarse a las elecciones en 2017 y sólo un 4 % cree que sería el mejor candidato de su partido, el socialista, revela hoy un sondeo.

En la encuesta del instituto demoscópico Odoxa, publicada por iTélé y Le Parisien, Hollande aparece como el presidente en ejercicio menos apreciado para un segundo mandato en este tipo de estudios.

Hollande ha experiementado una caída en picado de su popularidad desde que llegase al Elíseo en junio de 2012. Entonces gozaba de cerca de un 62% de popularidad y ha llegado incluso a estar en cotas cercanas al 13% de apoyos. Las claves de su caída: el escándalo de la infidelidad a Trierweiller, las excesivas reformas en economía de corte liberal y la división entre los frondistas (ala más a la izquierda) y los más socialdemócratas.