En el XVI Aniversario de la sangrienta matanza del Instituto de Columbine en EEUU, el terror en las aulas ha cruzado el Atlántico para aterrizar en una clase del colegio Joan Fuster de Barcelona. Sobre las nueve horas de la mañana, un estudiante de segundo de la ESO ha irrumpido en el centro educativo armado con una ballesta, un cuchillo de grandes dimensiones y un cóctel molotov.
Antes de ser reducido por losMossos d'Esquadra, el joven asesino ha matado a un profesor y herido a cuatro compañeros. Un suceso escalofriante que adquiere mayor magnitud si cabe cuando comprobamos que el hoomicida tiene apenas 13 años. ¿Qué puede pasar por la cabeza de un muchacho de tan tierna edad para cometer tan sangriento crimen?
"Es muy raro", apunta el psiquiatra forense José Cabrera en declaraciones a Lainformacion.com, "apenas encontramos tres casos similares en España en los últimos 30 años", añade. Según señala el experto, en España se produce un asesinato con ballesta cada cinco años lo que "podría indicar un factor de imitación respecto al arma elegida". En este sentido, comparte la misma tesis con Valentín Martínez-Otero, psicólogo educativo y pedagogo de la Universidad Complutense de Madrid. "La juventud está inmersa en un mundo tecnológico de ficción donde abundan los modelos de 'guerreros' que ejercen la violencia", apunta.
Sobre las razones que han impulsado al menor a teñir de sangre su propio colegio, Cabrera y Martínez-Otero observan dos posibilidades. "Un brote psicótico, un transtorno psíquico grave que deriva en un incontrolable impulso agresivo o el consumo de drogas", elucubra el psiquiatra forense; o "en el marco de un problema mental y transtorno disocial de la personalidad que ha alimentado un resentimiento en modo alguno justificable", baraja el psicólogo educativo.
Asimismo, más allá de una posible patología psiquiátrica, ambos profesionales insisten en la posibilidad de que el joven asesino padeciera algún tipo de acoso escolar -bullying- que oscilan desde la burlas de los compañeros a tensiones con determinados profesores.
En todo caso, tal y como ha afirmado en Antena 3 el juez de menores Emilio Calatayud, "no se puede actuar judicialmente contra el homicida, porque la responsabilidad penal se inicia a los 14 años". "Penalmente se le aplicará la Ley del Menor y podrá acabar en un Centro de Menores", apunta Cabrera. Sin embargo, sobre un posible brote psicótico asegura que "sin diagnóstico, aún no puede haber terapia"."Es normal que los padres estén con la boca abierta"
Además del profesor fallecido o los cuatro chavales heridos, las otras víctimas del crimen perpretado este lunes en el colegio de Barcelona son los padres del asesino. "¿Hasta qué punto podrían sospechar los padres algo así?", se pregunta José Cabrera, "es normal que estén con la boca abierta".
Por su parte Valentin Martínez-Otero denuncia un problema de comunicaciónen la familia. "Hay muchos padres que no saben a qué se dedican sus hijos y es necesario ejercer cierto control, saber con quién van, a qué se dedican...", se lamenta. En este sentido, considera "una irresponsabilidad" que pudieran desconocer que su hijo tenía una ballesta en casa. Las víctimas podrían denunciar a los padres por la vía civil ha asegurado Emilio Calatayud en televisión.El ejemplo estadounidense
La perversa casualidad -o no- ha querido que el suceso de Barcelona se haya producido en el XVI Aniversario de la Matanza de Columbine. Así las cosas los expertos consultados por Lainformacion.com coinciden en el "impacto negativo" que generan en "personalidades propensas" las noticias sobre masacres en las aulas que nos llegan desde Estados Unidos.
"Todo lo que sale en la tele se puede convertir en un modelo a imitar para quien esté dispuesto a saltarse la ley sea por problemas de salud mental, por odio o por drogas", asegura José Cabrera. "En estas personalidad propensas -apunta Martínez-Otero- este tipo de informaciones les generan una gran excitación. Piensan que pueden hacer lo mismo que han visto, e incluso superarlo".¿Cómo debe reaccionar la comunidad educativa?
Una vez superada una fase de inimaginable estupor la comunidad educativa debe identificar los porqués de tan fatal acontecimiento. "¿Qué pasa con los sentimientos de mis alumnos?", debe plantearse un profesor, opina José Cabrera que subraya que los alumnos pasan la mayor parte de su tiempo en el colegio.
En este sentido, el psicólogo educativo Valentín Martínez-Otero considera que lo fundamental es que el centro educativo "permanezca unido". Además debe ser capaz de explicar lo acontecido a padres, alumnos y profesores -"con una explicación adecuada a las edades de cada uno"- para así poder catalizar sentimientos tan feroces y contradictorios como el miedo, la rabia, la frustración o la más absoluta tristeza. "Es conveniente recurrir a asesoramiento especializado", añade.
"Sería asimismo conveniente -apunta Martinez-Otero-revisar los protocolos anti-bullying del colegio, con especial atención al cyberacoso"Los alumnos volverán a clase el miércoles
La directora del IES Joan Fuster de Barcelona, María Dolors Parramon, ha informado que el martes los estudiantes recibirán atención psicológica en sus aulas y que el miércoles se retomarán las clases "con la máxima normalidad posible".
En una declaración sin preguntas ante los medios junto al alcalde,Xavier Trias, y a la consellera de Enseñanza, Irene Rigau, la directora ha explicado que para las 20 horas del martes ha convocado un claustro extraordinario con el fin de "adoptar las pautas de asesoramiento general", y desde las 10 se atenderá a los alumnos en las aulas, que podrán regresar a casa a las 12.
El miércoles se retomarán las clases y se programará una ceremonia conmemorativa, según Parramon, que ha calificado los hechos de "muy graves" y ha mostrado el dolor por lo ocurrido.
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