INVESTIGADORES DEL CNIC IDENTIFICAN UN MECANISMO DEL PARÁSITO LEISHMANIA QUE ‘SABOTEA’ LA RESPUESTA INMUNE

Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III (CNIC), en colaboración con científicos de otros centros de investigación nacionales e internacionales, han identificado un mecanismo que permite al parásito de la Leishmania, el causante de la leishmaniosis, esquivar la respuesta del sistema inmune y desarrollar así la infección.
El estudio, publicado en ‘Immunity’, demuestra que la responsable es una molécula producida y secretada por el propio parásito que es capaz de unirse específicamente a un receptor llamado Mincle expresado en células presentadoras de antígeno (células dendríticas) para ‘sabotear’ su función.
Además, dado que en la actualidad no existe una vacuna eficaz frente a la leishmaniosis, los investigadores especulan con la posibilidad de que la presencia de un ligando para Mincle en las vacunas basadas en extractos totales del parásito contribuya a la escasa eficacia de éstas.
El primer autor de la investigación, Salvador Iborra, explicó que, en presencia de Mincle, el parásito logra reducir la respuesta inmune, de manera que se puede replicar y transmitir; en cambio, en los ratones que carecen de Mincle se apreció una respuesta Th1 temprana que contribuye al control precoz del parásito, evitando la patología.
“Sin la presencia de Mincle, las células dendríticas son capaces de migrar, madurar y activar linfocitos T y, en consecuencia, generar una respuesta Th1 de una forma más eficaz”, comentó María Martínez, que comparte la primera autoría del estudio.
La leishmaniosis es una enfermedad causada por un parásito que se transmite a los humanos por la picadura de mosquitos de la arena (flebótomos) infectados. Se presenta principalmente en personas que residen en las zonas tropicales y subtropicales, pero también está presente en los países de la cuenca mediterránea, incluido España donde en 2012 se detectó un brote en un municipio de Madrid.
Además, los perros actúan como reservorios de la enfermedad. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), su prevalencia es de 12 millones de personas y cada año se producen 1,3 millones de nuevos casos y entre 20 000 y 30 000 defunciones. Es uno de los cinco parasitosis más importantes y pertenece al grupo de las ‘enfermedades olvidadas’, debido a su amplia distribución, incidencia y dificultad de control.

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