Cultura no puede gestionar edificios en el exterior como el que iba a albergar un Arqueológico en el Cairo

EUROPA PRESS

Fuentes de Cultura han señalado a Europa Press que este proyecto se ha destinado al Ministerio de Economía para que "en un futuro se le pueda dar utilidad". Asimismo, han recordado que "no se trata de un edificio abandonado en esta legislatura, sino que tiene un largo historial en el tiempo".

El edificio situado, en la calle Abdalah el Kated en Dokki-Giza, fue adquirido por el Estado español y adscrito en 1993 a la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales, como parte de una planeada red de Institutos Arqueológicos en el Exterior que nunca llegó a existir, tal y como ha adelantado 'El Mundo'.

"Todo el mundo es consciente de la situación económica vivida en los últimos años, donde la prioridad ha sido mantener y consolidar los proyectos en marcha, en lugar de embarcarnos en nuevos proyectos, por cierto, heredados por decisiones de otros", han apuntado estas mismas fuentes, comparando su situación con la de la Casa Buñuel en México.

El edificio fue comprado por un precio total de 3,6 millones de libras egipcias (más de 350.000 euros al cambio actual). El inmueble ha permanecido desde entonces sin uso, sin presupuesto, sin actividad y sin personal, y únicamente ha sido utilizado de manera ocasional por algún equipo español de arqueólogos y temporalmente por el Instituto Cervantes de El Cairo, cuando se hicieron obras en su sede.

En el año 2003 se llevaron a cabo conversaciones entre la Dirección General de Bellas Artes y la AECI sobre un uso compartido del inmueble con la Oficina Técnica de Cooperación (OTC) del Cairo, dependiente de la AECI. Como era necesario realizar obras de adaptación del edificio para ese uso compartido, hubo necesidad de vaciar el inmueble.

Respecto a ese inmueble, en diciembre de 2003 se comunicó a la Embajada la conformidad para que el mobiliario de los dormitorios del citado inmueble se donase a alguna institución benéfica, que sería finalmente el centro Josefina Bakhita de la congregación católica de los Combonianos.

El resto de los muebles se trasladaron al local de la sede temporal de la OTC de la AECI en El Cairo y los libros que conformaban la biblioteca se almacenaron en cajas igualmente en los locales de la OTC. Sin embargo no se llegó a realizar ningún convenio entre ambas Instituciones, por lo que se paralizaron las obras previstas al efecto.

Por último, en marzo de 2010 se habilita también a la donación, a terceros del mobiliario procedente del inmueble depositado en la OTC de El Cairo en 2003. En ese mismo escrito se ruega que los libros que conformaban la biblioteca del citado edificio, depositados temporalmente, sigan custodiados en dicha institución.

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