Feria madrileña de arte ARCO crea un vástago en Lisboa

La primera edición de Arcolisboa, filial de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo (ARCO) de Madrid, abrió sus puertas el jueves en la capital portuguesa, que atrae a un número creciente de turistas y residentes extranjeros.

Un total de 45 galerías de ocho países, en su mayoría españolas y portuguesas, participan en esta muestra instalada en el antiguo edificio de la "Cordoaria nacional", donde se fabricaban los cordeles de la Marina portuguesa, en la desembocadura del Tajo.

Se espera que unos 8.000 a 10.000 visitantes se acerquen hasta el domingo a esta primera sucursal de la Feria madrileña, creada hace 35 años.

ARCO sigue así los pasos de otras grandes citas del arte contemporáneo mundial, como Art Basel, de la ciudad suiza de Basilea, que ha echado raíces en Miami en 2002 y en Hong Kong en 2013.

"La idea de ARCOlisboa existe desde 2012, cuando desapareció la feria local. Pero eran años muy duros para las economías de España y Portugal", explica el director de ARCOmadrid.

"Desde entonces, Lisboa se volvió muy atractiva y el dinamismo del arte contemporáneo repuntó. Entre los numerosos extranjeros que escogieron vivir en Lisboa o instalar aquí su residencia secundaria, algunos se interesan en el arte contemporáneo", agregó.

Portugal recibió el año pasado 10,2 millones de turistas, un 9,7% más que en 2014. El gobierno creó además una serie de incentivos fiscales para atraer a inversores extranjeros.

La galerista Cristina Guerra espera que ARCOlisboa permita "reforzar un espacio ibérico" de creación plástica y dar visibilidad a las galerías y artistas portugueses.

ARCOmadrid se ha convertido en la puerta de entrada a Europa de numerosos artistas y galeristas de países hispanoablantes de América Latina. ARCOlisboa debería ampliar esas redes a Brasil y a países lusófonos de África, como Angola y Mozambique.

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