A. Grandes: La Transición se asentó en un pacto que no tiene sentido ahora

  • Madrid.- La escritora Almudena Grandes cree que la Transición, institucionalmente, "representa un éxito sin precedentes" y dotó a España de la democracia "más sólida que ha tenido jamás", pero está convencida de que "se asentó en un pacto que treinta años después no tiene sentido".

Almudena Grandes considera que, durante el franquismo, la única gran batalla fue resistir
Almudena Grandes considera que, durante el franquismo, la única gran batalla fue resistir

Madrid.- La escritora Almudena Grandes cree que la Transición, institucionalmente, "representa un éxito sin precedentes" y dotó a España de la democracia "más sólida que ha tenido jamás", pero está convencida de que "se asentó en un pacto que treinta años después no tiene sentido".

Grandes reflexiona sobre este período de la historia reciente de España en la entrevista que concede a Efe para hablar de su nuevo libro, "Inés y la alegría", que se publicará dentro de un mes y es la primera entrega de una serie de seis novelas que la autora ha agrupado bajo el título de "Episodios de una guerra interminable"

Inspiradas en los "Episodios Nacionales" de Galdós, estas novelas recrean momentos significativos de la resistencia antifranquista, una lucha que luego facilitaría la transición a la democracia.

"Yo creo que nosotros vivimos como en esa ficción de soberbia sobre la que se asentó la Transición, en la que resulta que este país se dotó a sí mismo de democracia por arte de birlibirloque, como si aquí no hubiera pasado nada antes", afirma esta escritora cuyas novelas están traducidas a numerosos idiomas.

En su opinión, la Transición empezó mucho antes de la muerte de Franco" (en noviembre de 1975). "Probablemente, empezó en los años sesenta, y eso fue posible porque había gente que, arriesgando muchas cosas, había mantenido la memoria de que en este país había habido otra vida, de que había que luchar contra una dictadura".

La autora de "Las edades de Lulú" acepta que la generación que propició la Transición "hizo lo que tenía que hacer", pero no entiende "la resistencia numantina a admitir que, 35 años después, otra generación tenga derecho a hacer lo que honestamente cree que debe hacer", asegura la novelista.

Partidaria de cerrar de una vez por todas las heridas de la Guerra Civil y de la posguerra, Grandes afirma que esa resistencia quizá se deba a que "se insistió tanto en el argumento del miedo, en la necesidad de la moderación y en la de mantener a raya a los radicales, que se lo acabaron creyendo más allá de lo razonable".

Se debería aceptar que "las cosas pueden no hacerse bien del todo. Y es que los padres de la Constitución eran seres humanos, y digo yo que se equivocarían. Yo me equivoco todos los días", dice la escritora con su habitual franqueza.

"Si el Parlamento español, solemnemente, en los años setenta, hubiera condenado el golpe de Franco, pues probablemente nos habríamos ahorrado todo este camino", señala la novelista, en alusión a las suspicacias que actualmente levanta en algunos sectores todo lo relacionado con la memoria histórica.

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