Ajalvir, feria corta y en plaza portátil, pero con carteles de fuste

  • La temporada española echa a andar mañana en Ajalvir, un pueblo de Madrid con plaza portátil que celebra su feria con un festival y una corrida de toros, ciclo modesto por el escenario y el número de festejos que programa, pero con mucho fuste por los nombres que anuncian sus carteles.

Juan Miguel Núñez

Madrid, 27 ene.- La temporada española echa a andar mañana en Ajalvir, un pueblo de Madrid con plaza portátil que celebra su feria con un festival y una corrida de toros, ciclo modesto por el escenario y el número de festejos que programa, pero con mucho fuste por los nombres que anuncian sus carteles.

Así, sorprende en Ajalvir, por ejemplo, la presencia de "Jesulín de Ubrique", torero que por el gran temple y poderío que atesora fue de ferias y plazas de mucho postín en una época no lejana.

A sus 38 años el de Ubrique lleva ya 22 de alternativa, lo que quiere decir que fue también torero precoz, puesto que se doctoró a los dieciséis cuando aún le faltaban dos para alcanzar la mayoría de edad. Pero lo verdaderamente importante es que esos atributos que definen su estilo, básicos para dominar a los toros, se han consolidado y acrecentado con el paso del tiempo.

Aunque es posible que el diestro se haya planteado esta comparecencia en Ajalvir simplemente como un episodio más de su carrera taurina, hay otra razón más de tipo comercial: las reses que va a lidiar pertenecen al hierro de su ganadería. Es decir, su nombre dos veces en el mismo cartel.

Y con "Jesulín de Ubrique" torea esa tarde su hermano Víctor Janeiro, matador de toros, que no alcanza a tener el predicamento del otro.

Otro nombre que también llama la atención en la misma feria, en el cartel del día siguiente, domingo, que anuncia ya corrida de toros, es el de Javier Conde. Torero singular y proverbial, cuyo estilo atesora el encanto de lo misterioso. Artista y enigmático como él sólo.

Tan elegante en el ruedo como en la calle, ésa es la mejor publicidad de Javier Conde.

Por último, uno que para el gran público es todavía un perfecto desconocido, y sin embargo su nombre ya le dice mucho a los buenos aficionados: Esaú Fernández. Tomó la alternativa en abril del pasado año en la Maestranza de Sevilla. Un dato que es necesario ampliar con el resultado de aquella actuación, pues cortó dos orejas. Ahí es nada.

El jovencísimo Esaú está en el mismo cartel que Conde, y por delante de ambos actuará el rejoneador portugués Joao Moura (hijo), otro que dice mucho en su escalafón.

Actúa también el primer día, en el festival de los Janeiro, el novillero César Valencia, que como reza la publicidad de la empresa es "triunfador en Las Ventas". Y del único que no hay antecedentes ni buenos ni malos es el rejoneador Mateus Prieto, que encabeza el festival.

No está mal lo que ofrece Ajalvir, en el comienzo de una temporada cuyas perspectivas son poco halagüeñas por aquello de la crisis, de obligados recortes e incierto futuro.

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