Alberto Olmos pone en duda la solidaridad, las ONG y el 15-M: "Ser revolucionario mola"

  • El arte publicitario, internet y los nuevos canales de comunicación que nacen cada día toman presencia en la última novela de Alberto Olmos, 'Ejército Enemigo' (Mondadori), marcada por la misteriosa muerte de Daniel y el acceso de un amigo a su cuenta de correo. Una vida a través de 23.015 mensajes, nada menos que unas 2.300.000 millones de palabras.
El escritor Alberto Olmos - Autor: Asís G. Ayerve
El escritor Alberto Olmos - Autor: Asís G. Ayerve
lainformacion.com
Ylenia Álvarez

"La solidaridad ha fracasado". Ese es uno de los muchos mensajes que lanza para su reflexión Alberto Olmos en su última novela Ejército enemigo (Mondadori). Olmos utiliza como forma de narración la contraposición de dos personajes, Santiago, un publicista que vive en el extrarradio, y Daniel, un activista solidario de clase alta.

"El primero es más raro, pero el segundo abunda mucho", afirma el autor. Alberto Olmos habla de una persona cualquiera, aunque piense al tiempo de hablar en una de carne y hueso: "20 años, su padre es catedrático y va a seguir los pasos de su padre porque tiene la vida hecha. Con ese perfil, ya sé que ha estado en el 15-M". Todo porque  que "ser revolucionario mola y la gente que lo tiene todo no piensa que los problemas están en el extrarradio de Madrid".

 Ejército Enemigo habla de las falsas formas que ha adquirido la solidaridad a lo largo de la historia, ya que este valor parece relegarse a donar fondos, apadrinar niños o ir de manifestación en manifestación. Cinismo en estado puro.

El arte publicitario, internet y los nuevos canales de comunicación que nacen cada día toman presencia en la novela, marcada por la misteriosa muerte de Daniel y el acceso de su amigo a su cuenta de correo. Una vida a través de 23.015 mensajes, nada menos que unas 2.300.000 millones de palabras.

Olmos hace en esta novela una radiografía realista de los usos de internet alejándose así de "los grandes temas de la literatura" como son la Guerra Civil y el Holocausto. La pornografía se convierte en un reflejo de una sociedad ansiosa por permanecer (muchas veces inconscientemente) aunque sea en contra de la pérdida de intimidad.

"Me interesaba mucho hacer ver que internet es un espacio donde se están produciendo cosas curiosas como lo de las chicas que en la vida normal no vendrían a nosotros y se levantarían la camiseta, sin embargo esa misma chica puede llegar a su casa y desnudarse o hacer un baile" para toda la Red, añade el autor, que se despoja de cualquier atisbo de pudor.

Para Alberto Olmos "el hecho de que el libro tenga un tono como agresivo es porque yo quería un libro contado sin tapujos. Tenía claro que incluiría tacos o que nombraría, por ejemplo, los órganos genitales con sus palabras "titulares", quería volver un poco a mi primera novela, que escribí con 21 años y que era muy visceral y descarnada".

"Se trata de escribir sin pensar que te van a leer porque siempre existe el pudor", añade.

Así, Ejército enemigo es una novela cercana, donde los prejuicios cubiertos por una gran capa de cinismo se van destapando con la propia historia y con las palabras y el modo de relatar del autor. Sinceridad, realismo, intriga y curiosidad… todo eso transmite el autor con esta novela.

Alberto Olmos (Segovia, 1975), ha publicado las novelas A bordo del naufragio (1998), Trenes hacia Tokio (2006), El talento de los demás (2007), Tatami (2008) y El Estatus (2009, premio Ojo Crítico RNE). Ha sido editor de los volúmenes de miscelánea Algunas ideas buenísimas que el mundo se va a perder (Caballo de Troya, 2009) y Vida y opiniones de Juan Mal-herido (2010). Gestiona el blog Hikikomori.

Sus artículos y crónicas han aparecido en los diarios Público, El País o El Mundo, y en las revistas Qué leer, Quimera y Granta en español. Esta última lo incluyó en 2010 en su selección de los veintidós mejores narradores jóvenes del ámbito hispano.

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