'Amigos…' siembra la polémica al bromear con el 'caso Farruquito'

  • La comedia sobre el mundo de la telebasura protagonizada por Ernesto Alterio y Diego Martín es recibida en el Festival de Málaga con desconcierto por las escenas en que se recrea el atropello mortal cometido por el bailaor en forma de 'gag'.
'Amigos' se presenta en la sección oficial del Festival de Málaga
'Amigos' se presenta en la sección oficial del Festival de Málaga
Fernando de Luis-Orueta (Málaga)

La película Amigos…, dirigida por Borja Manso y Marcos Cabotá llegaba a la competición oficial del Festival de Málaga como una de las firmes candidatas al Premio del Público y vista la reacción de la sala en su primer pase, con bastantes risas y algunos aplausos, bien puede conseguirlo. Diferente ha sido la acogida de la prensa, que ha planteado al equipo del largometraje el debate sobre lo apropiado de hacer humor con un homicidio real.

"No nos reímos de un asesinato. La película no ofende a nadie", ha dicho Borja Manso, a quien la cuestión ha pillado de improviso. Lo cierto es que la cinta está llena de incorrecciones políticas, como comentarios de un personaje de claro carácter xenófobo o el retrato caricaturizado de la ya muy caricaturesca telebasura.

La polémica nace de dos secuencias en la que uno de los protagonistas es atropellado inesperadamente por un vehículo que circulaba a gran velocidad por una calle residencial. El coche se detiene y baja un personaje caracterizado como Farruquito, que en 2003 atropelló mortalmente a un hombre. El bailaor, que carecía de permiso de conducción, circulaba a 80 kilómetros por hora en una zona limitada a 40, se saltó un semáforo en rojo invadiendo el carril contrario para evitar a los coches detenidos y el cruce y tras el atropello se dio a la fuga.

"¿Cómo no nos lo vamos a preguntar", asegura Manso en respuesta a la necesaria pregunta de si el equipo de la película –desde los productores hasta los intérpretes pasando por el director- se habían planteado si hacer bromas con este asunto podía herir sensibilidades y herir a la familia del fallecido. "Nos lo planteamos y decidimos tirar para adelante", afirma.

"Claro que se debatió, vivimos en este mundo", ha añadido Diego Martín, uno de los protagonistas. "Esto es humor. La película está llena de incorrecciones. Esto forma parte de la sociedad del espectáculo. Vivimos en un momento en que parece que a todo hay que poner paños calientes. Es una pena tener que ir explicándolo todo. Es una comedia, nada es real, se juega con ciertas licencias".

Más allá de la polémica, la cinta cuenta cómo tres treintañeros son desafiados por un viejo amigo recién fallecido: legará su fortuna a quien logre mayor audiencia en televisión. Uno intenta hacerse pasar por el nuevo novio de una famosa, otro se inventa un historial como bebé robado en Perú para un talk-show de reencuentros y el tercero es empujado por su mujer a entrar en la casa de Gran Hermano.

La mayor ironía del caso viene por el hecho de que Amigos… está coproducida por Telecinco, gran paradigma de la televisión basura en España. "De hecho, incluir Gran Hermano fue una propuesta nuestra", ha revelado el productor de la cadena en la presentación. "No hay nada más sano que reírse de uno mismo", justifica.

Dos pícaros contra Franco

Además de Amigos… hoy se ha presentado también la película gallega Doentes (Enfermos), basada en una obra de teatro de Roberto Vidal Bolaño. "Esta película es gallega hasta la médula", ha asegurado su productor, Antón Reixa. Sin embargo, su director es venezolano, Gustavo Balza.

Doentes es un cruce entre El lazarillo de Tormes y Valkiria pasado por el tamiz de las obras de Valle Inclán: una pareja de pícaros en el Santiago de los años cincuenta conspira para matar a Franco. "Ambos personajes son padres que han perdido a sus hijos, y ese dolor hace esta historia totalmente universal", asegura su director.

La cinta es la primera en España rodada íntegramente con una cámara fotográfica de alta definición. "Vimos una noticia de que un episodio de House se había rodado con una Canon 7D y no quisimos ser menos", ha bromeado Reixa.

No es la única película de profunda raíz identitaria que se ha visto en esta edición del Festival. Ayer se proyecto también en competición Catalunya über Alles, una producción que recopila tres historias sobre exclusión social e inmigración en una comunidad autónoma con un problema político creciente en torno a este tema.

"Podría ser un pueblecito de Andalucía o de Holanda,pero yo soy de la Cataluña interior", explica su director, Ramón Térmens. "En época de crisis la intolerancia sube. La gente se quiere quitar los problemas de encima culpando al otro", añade.

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