Un fotógrafo crea imágenes terroríficas con sus hijas pequeñas de protagonistas

Ni paisajes idílicos ni ositos de peluche ni bellas hadas. Un fotógrafo de Kansas (EEUU, Joshua Hoffine, ha rodeado a sus tres adorables hijas de un mundo de terror: sangre, vísceras, monstruos y miembros amputados salpican las imágenes que resumen más de una década de su trabajo.

VER AQUÍ LA FOTOGALERÍA COMPLETA (Advertencia: algunas imágenes pueden herir su sensibilidad).

Este peculiar artista ha dedicado más de una década a convertir en realidad espeluzantes escenas de terror. No sólo se ha servido de sus tres hijas, sino de también de su madre, a la que ha caracterizado como un terrorífico payaso con globos.

En su serie llamada “After Dark my Sweet”, ha querido retratar las pesadillas que tenemos de niños. Sin embargo, sus hijas han disfrutado. “Era como una gran fiesta de disfraces para ella. Sabían que estábamos haciendo fotografías de miedo, y les encanta ver la cara de miedo que pone la gente cuando ve las fotografías, como me pasa a mí”.La madre no estaba muy de acuerdo... al principio

Preguntado por los posibles peligros que pudiera entrañar esta idea para los niños, Hoffine asegura a lainformacion.com que, “en primer lugar, nos hemos asegurado de que los niños no sufrieran ningún daño. Estaban al corriente de todo el proceso. Otros miembros de la familia interpretaron el papel de monstruos. Por ejemplo, la abuela hacía de payaso con globos. Las niñas no se asustaban”.

Explica que el proyecto comenzó cuando se dio cuenta de que sus niñas tenían los mismos miedos que él tenía a su edad. “Creo se puede abordar el tema del miedo desde una perspectiva artística”.

¿Qué pensaba la madre de las pequeñas? “Por supuesto, tenía sus reservas”, afirma Joshua, porque lo que estaba haciendo no era normal “y potencialmente peligroso para las niñas”. Pero a medida que fue viendo que ellas estaban disfrutando con la producción, las dudas se iban disipando. “Creo que mi mujer estaba muy preocupada por lo que podían pensar los demás de este trabajo”, pero una vez que el trabajo salió y recibió buenas críticas, se tranquilizó y lo apoyó.

Antes de realizar las fotografías, Joshua Hoffine sometió a sus hijas a un peculiar entrenamiento. Así lo cuenta a lainformacion.com: “No todos los niños disfrutan con estas cosas. A mis sobrinos, por ejemplo, no les gustan las películas de terror. Pero a mis niñas sí. Ensayábamos las escenas más terroríficas de películas de fantasía, como Zathura. Poníamos caras de terror”.

Para acostumbrarse al proyecto fotográfico, vieron juntos películas de terror para niños, como Scooby Doo o ‘La Momia’. “La idea era asustar a mucha gente, como si se tratase de un truco de magia”.El terror, como expresión artística

Las niñas se sienten “muy orgullosas del trabajo”. Para Hoffine, el horror es una expresión artística. “Es existencial y metafórico. A través de él, confrontamos nuestros miedos y tabúes. Me tomo mi trabajo muy en serio. Mi papel como fotógrafo del terror es mostrarte aquello que no quieres ver”.

Hoffine quiere editar un libro titulado “Joshua Hoffine. Fotografía del horror”, y para eso ha pedido financiación a través de la plataforma colaborativa Kikstarter. solicitaba 20.000 dólares y a falta de más de un mes ya ha captado más de 32.000. 

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