La AVL inicia una nueva etapa sin "subordinación" y apuesta por colaborar con otras entidades como el IEC

La Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) ha celebrado este martes la toma de posesión de los primeros académicos que han ingresado en el ente normativo valenciano tras un proceso de debate interno y no a propuesta de las Corts. De este modo, la institución cree que se inicia una nueva etapa de "independencia" y "sin ningún tipo de subordinación política", en la que apuesta por la colaboración con otras entidades como el Institut d'Estudis Catalans (IEC), ya que ve "difícil de entender" que ambos organismos lingüísticos trabajen "de espaldas".

Los siete nuevos miembros del ente --Inma Cerdà, Josep Martínes, Carme Miquel, Joan Francesc Mira, Brauli Montoya, Rafael Ramos y Abelard Saragossà-- han jurado su cargo con "conciencia, honor y respeto al ordenamiento jurídico" de la AVL en el Salón de Cortes del Palau de la Generalitat.

En su discurso, el presidente del ente normativo del valenciano, Ramon Ferrer, ha asegurado que, con este nombramiento, la AVL "pone fin al único nexo de dependencia política" que existía a través de la designación de los académicos por las Corts, mediante un proceso de elección interna "impecable" y tras un debate "intenso".

Por tanto, considera que la entrada de los nuevos miembros "darán un nuevo impulso a la tarea académica y normativa" y "serán la garantía más absoluta y solvente del rumbo claro" del ente. "El de hoy no es un acto cualquiera, es un día importante en la corta vida de la Acadèmia que representa el inicio de una nueva etapa", ha manifestado.

En los 15 años de historia de la AVL, su presidente ha subrayado que la entidad "puede sentirse orgullosa del camino recorrido" con "más aciertos que errores" y a pesar del recorte del 25 por ciento en su presupuesto por la crisis económica que ha conllevado un "esfuerzo adicional".

Como institución de la Generalitat, Ferrer ha remarcado que el ente normativo "goza de independencia" y que sus componentes "la salvaguardarán celosamente como hasta ahora", dentro de la potestad normativa que tiene sobre el valenciano en el ordenamiento jurídico de la Comunitat.

COLABORACIÓN "INSUFICIENTE"

Sin embargo, el responsable de la AVL ha remarcado que esa independencia "no significa que no pueda colaborar con el Consell o con otras entidades públicas o privadas", y, de cara al futuro, ha apuntado la conveniencia de profundizar en el trabajo conjunto con "instituciones de otros pueblos de los antiguos territorios hispánicos de la Corona d'Aragó", ya que piensa que los pasos abordados hasta ahora son "insuficientes".

Ramon Ferrer se ha referido en concreto al IEC por "tener la suerte y el gozo de compartir una misma lengua, intereses comunes y una gran estima". Por ello, ha lamentado que "es difícil de entender que dos entidades tan afines trabajen la una a espaldas de la otra".

Dentro de esa línea de colaboración, ha destacado acciones conjuntas abordadas entre la AVL y la Generalitat "tanto en la etapa anterior como en la actual" y "para fomentar la lengua en muchos ámbitos", con la selección del Escritor del Año o la creación de la Agencia de Promoción del Valenciano, así como convenios bilaterales con ayuntamientos y universidades.

Respecto a sus iniciativas, Ferrer ha destacado la creación del 'Diccionari normatiu valencià', una "obra democrática" con más de 11,5 millones de visitas desde 2014, y la 'Gramàtica normativa valenciana' recientemente publicada en papel. Con ellas, entiende que la AVL ha "acabado una primera etapa, pero eso no quiere decir que su misión haya acabado: mantener la lengua viva y dinámica".

RECLAMA "CONCORDIA" Y UN DEBATE "SERENO"

"Si queremos que la lengua fructifique como el bien cultural más valioso de los valencianos, debe imperar la concordia", ha reivindicado el presidente de la AVL, que cree que "si hay discordia la lengua peligra y muere".

Para conseguirlo, ha abogado por "desactivar el conflicto" estéril en torno a la cuestión identitaria y que el valenciano se sustraiga del "debate partidista" y se convierta así en "objeto de un debate sereno".

En quince años, considera que "se ha conseguido sembrar y recoger" estos frutos: "Fortalecer el valenciano garantiza el autogobierno, debilitarlo nos condena a ser un pueblo subalterno".

CONTRA LA "MANIPULACIÓN INTERESADA"

En la misma línea, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha celebrado en su intervención al término del acto la "solidez" de la AVL y su primer proceso de renovación "alejado de controversias", con lo que piensa que "los valencianos podemos sentirnos orgullosos" al "cumplir con aquello para lo que fue creada".

Tras dedicar unas palabras de recuerdo a los académicos que han fallecido, Puig ha manifestado que "no es una jornada de luto" sino "un día de fiesta mayor" al entrar en el ente "un grupo de perfil consistente que revitalizará la institución".

Puig ha expresado así su "absoluta confianza" en que los nuevos integrantes del ente "conseguirán los objetivos más urgentes: que la recuperación del valenciano llegue a todos los ámbitos sociales y que la 'manipulación interesada' de la lengua no sea nunca más utilizada como motivo de discordia".

Con todo ello, ha definido la trayectoria de la AVL de "buena oportunidad para superar los problemas de los valencianos" y conseguido "gracias a un pacto positivo por la lengua entre el expresidente Eduardo Zaplana y el exsecretario general socialista Joan Ignasi Pla". "A veces, a los valencianos nos cuesta reconocer cuando hacemos las cosas bien", ha apostillado.

EL CIERRE DE RTVV, "ANACRONISMO FLAGRANTE"

Por otro lado, Puig ha resaltado en su discurso que la AVL deberá contribuir a la "plena libertad de criterio" de la nueva radiotelevisión pública valenciana, y ha calificado de "anacronismo flagrante" que "una sociedad como la nuestra no cuente con un medio de comunicación propio".

"Su recuperación es esencial para hacer atractivo y útil el valenciano", ha subrayado el 'president', que cree que el nuevo ente público "llega tarde porque nunca se tendría que haber cerrado" y ha valorado positivamente el procedimiento legal seguido para que "la nueva ley se apruebe en las próximas semanas".

A partir de ahí, ha defendido que "los nuevos gestores pongan en marcha la televisión lo antes posible" con "un nuevo relato y organización interna".