Beresford clausura la Seminci con una historia de superación en la china de Mao

  • Valladolid.- El último filme del australiano Bruce Beresford -"Mao's last dancer" ("El último bailarín de Mao")-, una historia de dolor y superación protagonizada por un danzarín que huyó de la china maoísta para progresar, clausura esta noche la 55 Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci).

Valladolid.- El último filme del australiano Bruce Beresford -"Mao's last dancer" ("El último bailarín de Mao")-, una historia de dolor y superación protagonizada por un danzarín que huyó de la china maoísta para progresar, clausura esta noche la 55 Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci).

Basada en hechos reales, Beresford (Sidney, 1940) se ha fijado en la vida de Li Cunxin, quien durante la Revolución Cultural Maoísta abandonó su país para triunfar en el mundo de la danza en Estados Unidos, fue acusado de desertor y encontró un nuevo mundo en Occidente lejos de su manipulación en su país de origen.

Algunas de las escenas están rodadas en China donde, a pesar de que el Gobierno chino quiso retirar del guión cualquier alusión al fallecido líder Mao Tse-Tung (1893-1976), la productora no lo hizo porque "no se podía prescindir de ellas", ha explicado el director a los periodistas.

"El permiso estrictamente hablando para rodar nunca nos lo dieron", sin embargo el rodaje coincidió con otros proyectos estadounidenses en China y las autoridades pasaron por alto su "pequeña historia australiana", ha añadido.

El equipo técnico y muchos actores eran de nacionalidad china pero, en algún momento se preocuparon porque el Gobierno interrumpiese el proyecto y suspendiese el rodaje, ha reconocido.

El relato está basado en la vida de Li Chunxin, reclutado por el régimen chino cuando era un niño para formarse en la Academia de Artes de Pekín, que más tarde fue enviado, a través de una beca, al Ballet de Houston, en Estados Unidos, para completar su formación.

Allí, el bailarín descubrió la libertad y consiguió consagrarse como uno de los mejores del momento, por lo que cuando su permiso finalizó, en los años setenta del siglo XX, decidió seguir en América a pesar del castigo que le impuso el Gobierno chino por permanecer demasiado tiempo en Occidente.

Beresford ha reconocido que en un principio no se interesó por la historia porque le resultaba muy difícil encontrar a un bailarín chino que pudiese ejercer como actor, pero finalmente lo encontraron en Chi Cao, quien trabajaba con una compañía en Inglaterra y que se interesó desde el principio en el proyecto.

El rodaje, durante semanas en China, Australia y en Texas (Estados Unidos), ha sido duro, ya que "había ensayos constantemente para preparar los números de ballet".

El realizador, que nunca sigue el mismo esquema en sus películas, ha asegurado que cuando rueda una película es "tan absorbente" que trata que las demás sean diferentes, y ha anunciado que ya ha concluido su próximo filme, "Paz, amor y malentendidos", el retrato de tres generaciones de una misma familia que ha contado con la actriz Jane Fonda.

En cuanto al cine en Hollywood, el director de películas como "Paseando a Miss Daisy (1989)", ha reconocido que le llegan bastantes guiones y que tiene la percepción de que "cuanto peores son las historias más posibilidades de financiación tienes".

"Mao's Last Dancer" ha sido la primera película que ha rodado en Australia desde hace veinte años, algo que le gustaría cambiar a este "ocupado" director a quien le resulta "muy difícil" encontrar financiación.

Beresford fue candidato al Óscar como mejor director en 1984 por "Gracias y Favores"; en 1991 al mejor guión adaptado por "Consejo de Guerra", y en 1989 su filme "Paseando a Miss Daisy" consiguió cuatro premios de la Academia de Hollywood.

Miriam Antolín

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