Bigas Luna o González-Macho: ¿quién sustituirá mañana a Álex de la Iglesia?

Mañana se pone punto final a la crisis abierta tras la dimisión de Álex de la Iglesia como presidente de la Academia de Cine. Su polémica mediación en el proceso de aprobación de la ley Sindele colocó en un callejón sin salida. El lento y agónico proceso de su salida culminó en la ceremonia de los Goya con un discurso en el que se reafirmaba en sus ideas:

Desde que anunció su marcha se han movido muchas cosas lentamente, sin hacer apenas ruido. En la Academia ha entrado un nuevo director general, tal como estaba previsto desde el nombramiento de Carlos Cuadros al frente del Instituto de la Cinematografía del Ministerio de Cultura. A Cuadros le había reemplazado de forma interina el productor Eduardo Campoy (que, a su vez, había sido presidente interino cuando Ángeles González- Sinde fue nombrada ministra) mientras se resolvía el proceso de selección para cubrir el puesto ejecutivo. El elegido ha sido José Garasino, un hombre con experiencia en el campo de la producción cinematográfica.

Le toca ahora la renovación a la terna presidencial. La de Álex de la Iglesia la completaban la también realizadora Icíar Bollaín y el productor Emilio Pina. Aunque ninguno de los dos se planteó presentarse directamente como candidato a la sucesión, sí realizaron movimientos a favor de una nueva terna. Nada sorprendente porque es habitual que el equipo saliente trate de facilitar la formación de uno nuevo para evitar un hipotético vacío de poder.

Dos candidatos

Sin embargo, contra todo pronóstico, no iba a hacer falta. Quién iba a pensar que en plena crisis habría profesionales de primera línea con interés en ocupar el cargo. El primero en hacerlo oficial fue Bigas Luna, que anunció sus planes en una entrevista en El País, igual que había hecho en su día Álex de la Iglesia. Todavía no tenía un programa claro ("intentaré dar un toque sexy a la Academia", decía) ni sabía con quién iba a completar su terna, pero se sabía respaldado por el productor Andrés Vicente Gómez (que, precisamente, financia la nueva película de De la Iglesia) y esperaba contar con el apoyo del cada vez más poderoso lobby catalán.

El movimiento de Luna tenía mucho de aviso a navegantes, un intento de cortocircuitar cualquier otra candidatura. Pero no lo logró. Una semana antes de que terminara el plazo, Enrique González-Macho convocó a una rueda de prensa para presentar su alternativa. Aunque rechazó desvelar públicamente quién le había convencido, sí admitió que había una "base importante" que le apoyaba.

Entre ellos figura Agustín Almodóvar, hermano de Pedro y productor de sus películas, que había desencadenado en su día otra crisis al anunciar que dejaba la Academia por las poca nominaciones de La mala educación en los Goya de 2004. Unos días después, Pedro salía por la misma puerta e idénticas razones. No es casual, pues, que ambos hayan anunciado su reingreso tres días antes de que los académicos elijan al nuevo presidente. No podrán votar porque el censo ya estaba cerrado pero el mensaje para la gente del sector ha sido cristalino.

Difícil de prever

¿Es, pues, González-Macho el favorito? Difícil de responder con seguridad. A favor de su candidatura, además del apoyo de los Almodóvar y otras grandes figuras, juega el acierto en la elección de sus vicepresidentas: Marta Etura, ganadora de un Goya y pareja de Luis Tosar (ganador de cuatro), que levanta muchas simpatías entre los actores; y Judith Colell, realizadora catalana, un guiño a los votantes de Barcelona que viene a compensar la catalanidad de su rival.

Mientras, Bigas Lunas se ha hecho acompañar de Leonor Watling, que puede competir sobradamente en popularidad con Etura; y Yousaf Bokhari, director de producción de todas los grandes proyectos internacionales rodados en España (desde Indiana Jones a El ultimátum de Bourne) y que ha trabajado con multitud de realizadores españoles (sin ir más lejos, ha estado en las dos últimas cintas de De la Iglesia, Balada trise de trompeta y La chispa de la vida).

Lo único que se sabe a ciencia cierta es que la participación en esta votación va a ser histórica. En la anterior acudieron a las urnas poco más de un centenar de académicos. En esta ocasión se espera una participación mucho mayor, como indica el incremento en el número de votos por correo recibidos. Quienes vayan a depositar su papeleta en persona podrán hacerlo mañana domingo entre las 11 y la 1 de la tarde. Una hora después se conocerá el nombre del ganador.