Britney reaparece en los premios MTV con una actuación que deja fríos a sus fans

Medio mundo estaba pendiente del regreso de Britney Spears en el escenario de los premios MTV.

La 'princesa del pop' forjó su título a golpe de sensacionales actuaciones en dicha gala, ya que en los primeros años de la década de los 2000 sus apariciones se convirtieron en icónicas.

Los seguidores de la cantante estaban intrigados por ver como Britney iba a regresar al mismo escenario donde en 2007 vivió su peor momento. En la gala MTV de ese año la artista presentó el single 'Gimme more' con una gran dificultad a la hora de llevar a cabo una sencilla puesta en escena que desató a polémica.

Han pasado muchos años de aquella horrorosa actuación y Britney ha demostrado que está recuperada. Una sensacional figura y el entrenamiento continúo que supone su espectáculo semanal en Las Vegas, con el que lleva tres años, parecían ser suficientes para que la chica Disney protagonizara un bombazo absoluto.

Luz y brillo para una Britney muy apagada

La actuación de Britney comienza bien, un juego de sombras dejan entrever a la estrella rodeada de manos y portando un largo vestido de noche que resultan ser bailarines. Esta técnica resulta efectista, e incluso hizo presagiar que la intérprete de 'Toxic' podría estar ante una gloriosa presentación.

'Make me' suena en riguroso playback, cosa que no molesta a los fans de Britney, pero al menos se le pide que su interpretación sea enérgica.

Spears se tira al suelo en repetidas ocasiones, luce figura ataviada con una especie de trikini amarillo brillante y mueve melena. Todo muy ella, pero no es suficiente.

El escenario parece quedarle muy grande y no vemos reflejado por ningún sitio la esencia de la chica que revolucionó la música pop de la nueva era.

G-Eazy, rapero que ha colaborado con ella en la elaboración de su nuevo tema, sale a escena dejando a la princesa en segundo plano.

Britney, en un exagerado gesto de sensualidad al rapero, hace recordar sus peores momentos en el escenario, cosa que sus fans desean dejar atrás.

Una modulación vocal del playback nada creíble y en ocasiones descoordinación en sus movimientos, convierte esta actuación en uno de los momentos más opacos que hemos visto sobre el escenario de los VMA´s de este año.