Buenas palabras pero pocos avances en la cumbre cultural árabes-sudamericanos

  • Los responsables de la cultura en los países árabes y sudamericanos se comprometieron hoy a profundizar la cooperación entre ambas regiones, pero no adoptaron nuevas iniciativas más allá de completar las que ya hay en marcha.

Enrique Rubio

Riad, 30 abr.- Los responsables de la cultura en los países árabes y sudamericanos se comprometieron hoy a profundizar la cooperación entre ambas regiones, pero no adoptaron nuevas iniciativas más allá de completar las que ya hay en marcha.

La III Reunión de Ministros de Cultura ASPA (América del Sur y Países Árabes) se clausuró hoy en Arabia Saudí con la aprobación de la llamada Declaración de Riad, que presta especial atención al respeto a la diversidad cultural y a las religiones.

La cita se cerró, además, con un nombre propio: Gabriel García Márquez, evocado por la mayoría de las delegaciones árabes como un puente entre los dos mundos, un autor que supo penetrar en el "ethos"árabe y acercar una realidad a menudo más similar de lo que pueda parecer.

Colombia, de hecho, propuso la creación de un foro común para estudiar la obra del creador de "Cien años de soledad".

Sin embargo, las palabras que tan bien manejaba el difunto escritor no se han traducido apenas en la reunión en avances tangibles, más allá de los proyectos que Brasil continúa poniendo en marcha gracias al empeño del director de BibliASPA, Paulo Farah.

Un representante de la delegación argelina expresó a Efe su disconformidad con el texto final aprobado.

"No estoy satisfecho. Hay mucha literatura, pero escasos avances concretos", señaló, antes de mencionar la finalización en 40 meses de la construcción de la Biblioteca Árabe Sudamericana que albergará la capital de su país como uno de los pocos pasos hacia adelante.

El delegado consideró que el contexto de inestabilidad general en el mundo árabe impide que ahora mismo se puedan impulsar demasiado este tipo de asociaciones.

El representante marroquí Morad Rifi reconoció también que el plan trazado en la cumbre de Río de Janeiro (2009) "no ha alcanzado las aspiraciones de la gente".

La nueva biblioteca en Argel, cuyo diseño corrió a cargo del arquitecto brasileño Oscar Niemeyer, y el Instituto de Investigación sobre Sudamérica, que acogerá Marruecos, son los dos grandes proyectos a este lado del Atlántico, que ya fueron aprobados en la primera reunión de Argelia (2006), pero que aún no han visto la luz.

Como nuevas iniciativas, el brasileño Farah aludió al futuro Museo de la Lengua y Cultura Árabe que se instalará en Sao Paulo y al acuerdo en su país con el canal público de televisión Cultura para difundir un programa con la misma temática.

Además, Arabia Saudí pretende poner en marcha un nuevo portal en internet que pueda servir de faro para esta relación.

A falta de nuevas acciones concretas, flotó en el ambiente la voluntad de explotar esta nueva asociación, principalmente para hallar formas alternativas de hacer llegar las manifestaciones culturales directamente, sin necesidad de pasar por el filtro de Europa o EEUU.

En opinión del secretario argentino de Educación, Jorge Coscia, el futuro pasa por "la apropiación de los relatos".

"La cultura es la nueva arma de la dominación, pero también debe ser el arma de la emancipación, para que recuperemos nuestro propio relato", dijo,

Coscia recordó las películas del siglo XX en las que "heroicos soldados británicos" luchaban contra los "salvajes árabes": "Hoy, vemos que los héroes eran los árabes que luchaban contra el colonialismo".

Bolivia se sumó a las palabras de Coscia y calificó la cultura como "una forma de desmontar el colonialismo".

En 2017, un país sudamericano todavía por establecer, acogerá el próximo encuentro de ministros de Cultura.

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