Carlos del Amor publica "La vida a veces", donde rasga el velo a lo cotidiano

  • El periodista Carlos del Amor acostumbra a posar la mirada en el detalle para contar al telespectador del telediario, en poco más de un minuto, una exposición, una película o una anécdota de interés. Ahora, por primera vez, ha querido bucear en lo cotidiano con la escritura, y plasmarlo en "La vida a veces".

Carmen Sigüenza

Madrid, 11 ene.- El periodista Carlos del Amor acostumbra a posar la mirada en el detalle para contar al telespectador del telediario, en poco más de un minuto, una exposición, una película o una anécdota de interés. Ahora, por primera vez, ha querido bucear en lo cotidiano con la escritura, y plasmarlo en "La vida a veces".

Un volumen que reúne 25 cuentos, todos ellos basados en hechos reales y que ha cosido Carlos del Amor (Murcia, 1974) en este libro publicado por Espasa, el primero que sale de la imaginación de este periodista cultural de los informativos de RTVE, que siempre busca un matiz personal a los reportajes que toca, intentando aportar un rasgo más minucioso y poético.

"Yo soy muy de anécdotas, de historias pequeñas. Me gusta pararme en lo pequeño, en un hecho minucioso para mostrar algo después. No hace falta enseñar todos los cuadros para explicar una exposición. Hace falta solo uno y poner la lupa en algo", explica a Efe Carlos del Amor.

Y es precisamente ese método el que ha seguido el autor en "La vida a veces". En cada relato, del Amor parte de una anécdota, de un hecho, para abrir el campo a través de la ficción y contar una historia que hable de la soledad, lo inesperado, la muerte de la persona amada, el cine, la fotografía o todo lo que esconde cualquier pequeña noticia publicada en un recuadro del periódico.

El libro, que rinde homenaje a García Márquez y a Ortega y Gasset -éste por ser el creador de la palabra 'vivencia'-, se abre con un poema de Gil de Biedma que dice: "La vida a veces es tan breve/y tan completa que un minuto -cuando me dejo y tú te dejas- va más aprisa y dura mucho"...Toda una declaración de intenciones para seguir la pista de estos relatos, que pretenden rasgar el velo que esconde lo cotidiano.

"Sin ideas" es el primer cuento del libro, y es un texto autobiográfico en el que Del Amor escribe sobre cómo se toma esta nueva aventura que es la escritura y de cómo toma la determinación de indagar en lo que hay más allá de una supuesta cosa pequeña.

"En mi trabajo estoy acostumbrado -dice- a contar algo apoyándome en una imagen. No tengo que contar lo que veo porque la gente ya lo está viendo; y ahora, de repente, escribir relatos sin la imagen y detallarla, describir la foto, pues era un reto, y me ha parecido muy interesante", subraya este periodista, que se considera "un enviado especial a la vuelta de la esquina".

Un enviado especial que, por ejemplo, en este libro pone la mirada en la fotografía que un joven e inexperto reportero de la Agencia Efe hizo en 1940 a Hitler y Franco en Hendaya, porque le sirve para escribir acerca de cómo un error inesperado fuerza a agudizar el ingenio para evitar que la cosa acabe fatal.

O en cómo también un guardamuebles, de esos que ahora utiliza mucha gente que tiene que abandonar su casa por no poder pagar la hipoteca o el alquiler, sirve a uno de sus protagonistas para poner el espejo retrovisor en su vida cada día.

También, corazones artificiales que tal vez puedan contribuir a hacer que uno deje de ser un hombre con corazón; patitos de plástico que se pierden en un océano y que acaban en una bañera particular, o la memoria y el olvido, son otros de los temas de este primer y poético libro de Carlos del Amor, con el que ha lanzado un reto a ese minuto y medio que le impone la actualidad de su telediario.

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