Celia y el conejo Roenueces, en retrospectiva del suplemento "Gente Menuda"

  • Ciento diez años después de que naciera el suplemento infantil "Gente Menuda", una exposición recuerda a una generación de escritores y dibujantes que se hicieron eco de las vanguardias de la época con personajes como la entrañable Celia de Elena Fortún o el conejo Roenueces de Francisco López Rubio.

Madrid, 3 dic.- Ciento diez años después de que naciera el suplemento infantil "Gente Menuda", una exposición recuerda a una generación de escritores y dibujantes que se hicieron eco de las vanguardias de la época con personajes como la entrañable Celia de Elena Fortún o el conejo Roenueces de Francisco López Rubio.

El Museo ABC ha organizado esta exposición que se inaugura mañana y en la que se recorren las primeras etapas de este suplemento que nació como una sección de la revista Blanco y Negro en enero de 1904 y que vivió entre 1932 y 1936 su época más brillante.

"Gente Menuda" contó con un alma literaria, Elena Fortún, la escritora que creó en 1928 para este suplemento a Celia, la niña que protagonizaría un sinfín de aventuras desde estas páginas y en las novelas infantiles que después se publicaron junto a su hermano Cuchifritín y sus primos.

Pero el suplemento también tuvo su alma gráfica en aquellos años, Francisco López Rubio, de cuyo lápiz salieron, además del conejo Roenueces, personajes como Don Oppas, el profesor Bismuto o el mago Pirulo, que acompañaron a miles de niños en aquellos años.

Unas páginas dedicadas al público infantil en las que escritores y artistas "excepcionales" hicieron que esa generación incorporara a su educación unas propuestas estéticas muy vanguardistas, según ha explicado el comisario de la exposición, Felipe Hernández Cava.

Hernández Cava ha recordado cómo el estallido de la guerra civil y la dictadura supusieron una vuelta hacia atrás en este género, que no salió "del pozo" hasta finales de los años 60,

Tras diez años como sección de Blanco y Negro, "Gente Menuda" desapareció de los quioscos en 1914, para regresar en mayo de 1928 a las mismas páginas, hasta que en 1932 se convirtió en un suplemento independiente y gratuito.

Reunió en sus primeros años a escritores como Carlos Luis de Cuenca, María Atocha Ossorio y Gallardo, María de Echarri, María de Perales y José A. Luengo, además de dibujantes como Sancha, Xaudaró, López Rubio, Gascón, Cilla o Ménez Bringa.

Más tarde, en sus años dorados, los ilustradores Ramírez, Tauler, Tono o Masberger, entre otros, se unieron a los escritores José Santugini, Manuel Abril o Magda Donato, una época en la que el suplemento constaba de 16 páginas.

Las famosas historias de Celia, ilustradas primero por Santiago Regidor y luego por Ricardo Summers Serny, iban acompañadas de no otras menos populares historias, como las que protagonizó el conejo Roenueces, de López Rubio.

La exposición tiene un apartado sobre la figura de López Rubio, uno de los dibujantes más importantes de los años 20 y 30 del siglo pasado, que cayó en el olvido tras la guerra.

De su mano nacieron muchos personajes que creaba eliminando lo superfluo de sus dibujos, en una tendencia conocida como "línea clara", del que llegó a ser uno de sus principales exponentes.

Innumerables ilustraciones, recortables, mapas, dibujos para colorear y juegos fueron creados por este dibujante para entretener a los pequeños lectores de "Gente menuda", suplemento del que fue principal artífice junto a Elena Fortún.

Una época que tuvo su fin el 18 de julio de 1936, cuando el último número de esta etapa del suplemento salió a la calle unas horas después del levantamiento militar que daría comienzo a la guerra civil.

Un final que documenta la exposición con la ilustración "Buena Pesca", un dibujo que López Rubio había entregado para el siguiente número y que nunca llegó a publicarse.

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