César Jiménez: "estaba muerto y este triunfo me da mucha vida"

  • Madrid.- César Jiménez, el gran protagonista de la corrida de hoy en Las Ventas, al cortar una oreja a cada toro de su lote y volver abrir la Puerta Grande como ya hizo en 2006, declaró al ser aupado a hombros: "estaba muerto y este triunfo me da mucha vida".

César Jiménez abre la Puerta Grande de Las Ventas
César Jiménez abre la Puerta Grande de Las Ventas

Madrid.- César Jiménez, el gran protagonista de la corrida de hoy en Las Ventas, al cortar una oreja a cada toro de su lote y volver abrir la Puerta Grande como ya hizo en 2006, declaró al ser aupado a hombros: "estaba muerto y este triunfo me da mucha vida".

"Nadie puede imaginarse lo que significa este triunfo. La oportunidad de abrirme de nuevo las puertas de las ferias, que se acuerden de mí, y la posibilidad también de poder encaramarme al sitio que siempre he querido estar desde que me propuse ser torero. Estos últimos han sido muy duros, pero hoy por fin empiezo a ver la luz", afirmó el madrileño.

Jiménez sorteó en primer lugar un toro "extraordinario" de Peñajara, al que cuajó de principio a fin, aunque a su gusto, y pesar de que su labor fue maciza y muy compacta, "no ha sido una faena soñada por culpa del viento", reconoció.

"Ese toro primero ha sido de bandera, bravo, embistiendo por abajo y con mucha clase. Es verdad que me he encontrado muy a gusto con él, aunque el único pero que le pongo a la faena para no catalogarla de '10', ha sido que el viento no me ha permitido sacármelo a los medios, que es lo que pedía el animal, y he tenido que torearlo en el tercio", apostilló.

Otra oreja paseó del quinto, un sobrero de Carmen Segovia "muy complicado", al que, no obstante, acabó imponiéndose.

"No ha sido tan claro. Ha pegado muchos cabezazos y tenía un punto de violencia que, sumado al viento, hacía que no pudiera estar tan a gusto con él. Pero bueno, la gente ha sabido ver la firmeza y la verdad con la que he estado, y me lo ha reconocido",

Un reconocimiento, que sin embargo, no fue unánime, ya que el sector más crítico de la afición, el conocido tendido "7" le recriminó a veces, incluso su salida a hombros.

"Esto es lo de siempre. Uno ya se acostumbra a esto. Pero si hay veinticuatro mil personas en la plaza, y a mil no les he gustado, me voy igual de contento por haber convencido a las otras veintitrés mil. A mi nadie me va a quitar esta felicidad ahora", finalizó.

Los otros dos alternantes, Eugenio de Mora y Javier Cortés, distaban mucho de este estado de satisfacción del triunfador, pues ninguno de ellos pudo resolver nada con sendos lotes ásperos y complicados de Peñajara.

En esta línea calificaba la tarde De Mora: "ha sido imposible, he bregado con un lote dificilísimo que no me ha dejado pegar ni un solo muletazo en condiciones. Lo único que he podido hacer ha sido matarlos por arriba. Algo es algo", aseguró el toledano.

Cortés también se marchaba disgustado de la plaza, además de por el poco juego de sus toros, también por el inconveniente añadido del viento.

"Ha sido una tarde muy complicada para mí, porque sin un toro en condiciones es imposible triunfar en esta plaza. También el viento ha molestado mucho. Pero es que cuando un toro no quiere embestir parece que sopla más, y todo se pone más a la contra si cabe. Habrá que esperar y aprovechar otra oportunidad", concluyó.

Javier López

Mostrar comentarios