Christian Gálvez: A los autores mediáticos nos ven como intrusos advenedizos

  • Manuel Carretero.

Manuel Carretero.

Madrid, 4 jun.- Christian Gálvez, al frente del concurso "Pasapalabra" desde hace 7 años, debuta con "Matar a Leonardo Da Vinci" en la novela, un campo en el que observa numerosos "prejuicios" en el público y entre quienes están "asentados" en el mundo literario, que ven a los "mediáticos" como "advenedizos".

"Vivimos en un país donde la envida es el deporte nacional, y a mucha gente le frena a la hora de comprar un libro que esté firmado por uno de los mal llamados escritores mediáticos", apunta en una entrevista con Efe Gálvez, que ha dedicado casi cinco años a preparar esta obra sobre Da Vinci, que ahora presenta en la Feria del Libro de Madrid, en pleno auge de la novela histórica.

Concede también que buena parte del público que se acerca a sus libros -tiene cuatro anteriores- lo hace porque sale "en la tele", aunque, añade: "La gente no es tonta, y puede que la exposición mediática ayude a vender ese primer libro, pero si no les das lo que buscan no compran más".

No obstante, tiene claro que sobre todo existen prejuicios sobre los escritores televisivos "de la gente asentada en el mundo literario, algunos dicen que no somos escritores, sino intrusos advenedizos, pero cuando a un escritor le ofrecen la posibilidad de hacer una serie o una película nadie se queja".

Christian Gálvez (Móstoles, Comunidad de Madrid, 1980), que inició estudios de Filosofía y Magisterio, ha llegado a la novela a través de la "autoformación", y en concreto a la figura de Da Vinci tras vivir una experiencia "kármica" al contemplar "La Última Cena" en Milán en compañía de un grupo de niños son síndrome de Dwon, en 2009.

Su idea inicial fue escribir un ensayo, la "biografía definitiva" del genio del Renacimiento, hasta que se cruzó en su camino "El vuelo de la mente", De Charles Nicholl, "la más objetiva y completa", apunta, por lo que decidió "matar al genio y presentar al ser humano de verdad" en su novela.

"No esperaba que tú fueses a escribir esto", es una frase muy común de la gente que se le acerca para que les firme un libro, reconoce el presentador, a quien le gusta conocer de primera mano la opinión de sus lectores, porque, a diferencia de la televisión, "a la hora de leer se hace un esfuerzo económico, y le público tiene derecho a criticar lo que no le gusta".

Opina que "quien tiene una historia que contar, es escritor, independientemente de que tenga más o menos estilo", por eso "no hay que hablar de intrusismo", y remata: "No escribimos para los escritores, ni hacemos televisión para la gente de la tele, lo hacemos para el público, que al final es el que decide".

Está muy satisfecho de conducir "Pasapalabra", un tipo de televisión, amable y divertida, pero sobre todo "necesaria", porque siempre ha creído que "la cultura y el entretenimiento son dos palabras que pueden ir conjugadas en la misma oración", apunta.

Y traza el paralelismo entre los diversos tipos de televisión y de literatura: "Cada uno elige que tipo de programas quiere ver, también hay profesionales de la televisión que prefieren escribir su biografía, pero siempre habrá gente interesada en leerla y no se puede criticar eso", opina.

Su futuro en televisión seguirá ligado a "Pasapalabra", y tampoco le importaría acabar convertido en el Jordi Hurtado de Telecinco: "Me veo como Jordi Hurtado, incluso con arrugas si hace falta", bromea.

Y añade más en serio: "Él es un maestro, un gran referente en el que reflejarse".

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