Christina Rosenvinge: "La música no está en crisis"

  • México.- Para la cantautora española Christina Rosenvinge, la creatividad musical sigue intocable en medio de las mareas de la crisis económica, pero sí se avista zozobra en el horizonte con presupuestos menguantes para grabar discos.

Christina Rosenvinge: "La música no está en crisis"
Christina Rosenvinge: "La música no está en crisis"

México.- Para la cantautora española Christina Rosenvinge, la creatividad musical sigue intocable en medio de las mareas de la crisis económica, pero sí se avista zozobra en el horizonte con presupuestos menguantes para grabar discos.

"La música en sí no está en crisis, creo que hay cosas interesantes saliendo cada día. Lo que está en crisis es el formato y eso afecta más de lo que la gente quiere admitir", refirió hoy a Efe en una entrevista.

Rosenvinge, que el pasado lunes actuó en el Lunario del Auditorio Nacional de la capital mexicana, desgranó con lucidez sus pensamientos sobre lo que vendrá, apoyada por su característica voz sensual.

"Dentro de unos años nos encontraremos con que hay un montón de discos míticos que están mal grabados por falta de presupuesto", apuntó. La razón, que la crisis de las discográficas, golpeadas por la piratería, hace que cada vez se otorgue al artista menos dinero para su álbum.

"Cada vez nos están dando presupuestos más y más bajos de grabación, y eso afecta directamente a la calidad de la música que la gente escucha", agregó.

Y aunque la música en vivo no se haya visto tan afectada por la piratería y la crisis económica, "lo que queda es la música grabada", apuntaló, suave pero con contundencia.

Su más reciente trabajo, "Labio superior" (2008, Warner Music Spain), se generó de una manera "muy visceral", explicó Rosenvinge.

"Cuando estaba escribiendo lo hice de una manera muy inmediata, con muy pocas correcciones, y cuando grabamos las canciones también, ensayamos en cinco días, toda la banda, no hubo retoques, al viejo estilo", recapituló.

No le ha ido nada mal con el disco; está satisfecha de que la crítica le haya dado su visto bueno y, al mismo tiempo, el público haya pasado por caja. "Y eso es estupeeeeendo", ríe echando la cabeza hacia atrás. Era algo que no se esperaba.

Su carrera ha pasado por momentos de diferente intensidad comercial y ha derivado en las últimos años del estereotipo rockero hacia lo introspectivo, lo frágil y el desencanto, con una trilogía de discos en inglés, más difíciles y personales.

"Éste es un disco más compacto, más directo, a lo mejor más sencillo que otros que he hecho", analizó Rosenvinge, que en el recital del lunes vistió de un riguroso negro que la camuflaba en la oscuridad del escenario; un camuflaje que su melena rubia y sus labios rojos tiraban por tierra.

Mientras cantaba ese día, arrobado en sí mismo, un joven delgado de camiseta roja, recién inaugurados los 20, escuchaba a quien parecía haber esperado tanto tiempo para ver actuar y cantaba línea por línea canciones que -daba la impresión- eran para él lo más importante del mundo.

Hacía muchos años que Rosenvinge no venía a México. Lo hizo en otra vida musical, en una etapa muy diferente de su carrera, hace unos 15 años, con un pop más juvenil y luminoso.

Sus últimos álbumes, más personales, habían salido en otros países de Latinoamérica, pero no en México, y esa era una espina clavada.

"Yo tenía muchas ganas de que pasara y de hecho he empujado mucho para ello", explicó, satisfecha de su pequeña presentación en acústico que, eso sí, le había dejado con ganas de más.

El fin de semana preludió así también los conciertos del español Nacho Vegas en México. "Espero que pueda venir con toda la banda, con un repertorio largo", deseó la cantautora para su agenda musical.

¿Y establecerse una temporada en México, cómo suena? "Me encantaría, pero tengo dos niños pequeños que mandan más que yo en mi casa", concluyó con risa el imposible.

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