Cinco documentales dispares a tener en cuenta para los Goya

  • Aunque no es el género que más espectadores arrastra a los cines, el documental cuenta con el gran atractivo de tocar todas las temáticas posibles. Entre los estrenados este año y con posibilidades de citarse en los Goya se encuentran ‘La Plaza’ (producido por Lainformacion.com), ‘La puerta de no retorno’, ‘La noche que no acaba’, ‘Morente’ y ‘30 años de oscuridad’. Cada uno muy distinto del otro.
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El documental no es uno de los géneros más visitados por el público, pero este año existen algunos títulos interesantes a tener en cuenta de cara a la cercana edición de los Goya, que en unas semanas dará a conocer a sus candidatos. Entre los que destacan por su temática se encuentra La Plaza, la gestación del movimiento 15M, documental producido por este periódico. Junto a este trabajo otros como el que trata sobre la figura de Ava Gardner (La noche que no acaba), sobre Enrique Morente o sobre la complicada lucha de un inmigrante por reconciliarse con su pasado (La puerta de no retorno).

De 25 días de trabajo de campo y 50 horas de material grabado, el equipo de vídeo de Lainformacion.com ha dado a luz un documental de 84 minutos en el que se cuenta cómo se gestó el movimiento 15M, cómo una plaza pasó a convertirse en una ciudad dentro de otra y el porqué de todo esto. Dirigido por Adriano Morán, La plaza es un documento único sobre un movimiento que ha dado mucho que hablar durante todo este 2011 y que sentó la bases de otro mayor que se extendió con rapidez por otras ciudades de Europa.

Se trata del primer documental producido por un medio de comunicación digital español, Lainformacion.com. Morán lo asegura que "comenzó siendo una cobertura periodística al uso y poco a poco, a base de permanecer horas y horas en la puerta del Sol y de acumular una producción audiovisual exhaustiva y única, se decidió apostar por un largo. Es un documental de hechos y no hay lugar en el para los opinantes profesionales".

EnLa puerta de no retorno, otro de los documentales estrenados este año, el director premiado con un Goya por El truco del manco, Santiago A. Zannou, acompaña a su padre a Benín cuarenta años después de haberlo abandonado en busca de una oportunidad fuera de sus fronteras. De este viaje saleLa puerta de no retorno, un ejercicio de redención para Alphonse, quien intenta reconciliarse con la única hermana que aún le queda viva en el que fue su país de origen. Todo visto a través del objetivo de una cámara y con su propio hijo como testigo.

Los amantes de la mítica figura de Ava Gardner tienen enLa noche que no acaba, de Isaki Lacuesta, su documental. Retrata a una mujer que odiaba ver sus películas utilizando como base el libro de Marcos Ordóñez Beberse la vida: Ava Gardner en España. Es la historia de la diva del cine a su paso por este país para rodar Pandora y el holandés errante. De ella Gardner dijo que había sido la película que cambió su vida. El documental sigue los pasos de la estrella por España, país al que volvió tres años después de aquel rodaje en busca de refugio. Encontró fiestas, alcohol, toros, flamenco…

Otra figura del panorama cultural que este año ha tenido su hueco en el género documental ha sido Enrique Morente. Fallecido el pasado año, la película que lleva su nombre es el último trabajo del artista, tomado por muchos como su legado artístico y una recopilación de su forma de ver, entender y vivir el flamenco. En el documental se recogen actuaciones y declaraciones del propio Morente.

Otro documental llamativo por su factura es 30 años de oscuridad, que gira en torno a la figura de los topos. Esos hombres que perdida la Guerra Civil vivieron durante años escondidos en cuevas y agujeros en sus propias casas para evitar ser ejecutados o encarcelados. El equipo de la película asegura que no es un documental sobre la Guerra Civil, sino que va “más allá”. El protagonista es Manuel Cortés (Juan Diego), uno de esos muchos topos. Lo más sorprendente es la estética utilizada, ya que se aprencian elementos propios del cómic, arte del que el director, Manuel H. Martín, se declara un apasionado.

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