La leche azul que toma Luke Skywalker en el episodio IV se hace realidad

  • Esta bebida vuelve a aparecer en otros episodios en los que descubrimos que en realidad se trata de leche de bantha, unas  bestias de carga.
Leche azul
Leche azul

Los fans de Star Wars tararean la emblemática marcha imperial mientras esperan con impaciencia el estreno del Episodio VIII, Los últimos Jedi. La octava entrega de la saga galáctica llegará a las pantallas el próximo viernes 15 de diciembre y promete ser la estrella de la cartelera estas Navidades. Para que los fans se mimeticen aún más con la película hay quien ha creado la enigmática Blue Milk o leche de Bantha.

Se trata de la llamativa bebida azulada que Luke Skywalker se servía en la cocina de la casa de sus tíos Owen y Beru en el planeta Tatooine durante una escena de Star Wars: Episodio IV, Una nueva esperanza, la mítica película que en 1977 dio origen a la saga. Esta bebida vuelve a aparecer o se menciona en otros episodios posteriores, en los que descubrimos que en realidad se trata de leche de bantha. Los bantha son bestias de carga que aparecen en diversas entregas de Star Wars y que constituyen por ejemplo la montura preferida de los Moradores de las Arenas.

Pero, ¿a qué sabe la leche de bantha? ¿Sirve también para hacer yogures, queso o helados? ¿Es verdad que los aspirantes a Jedi que la toman desde bien pequeños desarrollan con más vigor La Fuerza? Un puñado de fans españoles podrán averiguarlo el 15 de diciembre con Cereal Hunters Café y Deliveroo.

“Intentamos conseguir la receta del estofado del Maestro Yoda o quizás alguna delicatessen de la cocina de Jabba el Hutt, pero era complicado. Y tampoco pegaba mucho con nuestra especialidad, que son los cereales”, afirma Marcos Villaplana de Cereal Hunters Café, que además es una de las primeras personas en España que ha probado la famosa leche azul. 

Un libro cargado de recetas galácticas

Pero la leche azul no será lo único que conquiste a los fans por el estómago. El cocinero francés Thibaud Villanova creó el concepto "gastronogeek" para aunar sus dos pasiones, la ciencia ficción y la gastronomía, y bajo esa inspiración publica ahora dos recetarios basados en sendas producciones de culto: la saga cinematográfica Star Wars y la factoría "Assassin's Creed".

En el caso de 'La Guerra de las Galaxias' las 40 recetas se inspiran en escenas emblemáticas de las películas y en los lugares visitados por los héroes galácticos y cuentan para elaborarlas con su propia banda sonora, una selección de Villanova de las composiciones de John Williams, que ha musicado todas las entregas desde "Star Wars Episodio IV: Una nueva esperanza".

Las elaboraciones, clasificadas en nivel Padawan (principiantes) y Jedi (más duchos en los fogones), arrancan en Tattoine, el planeta inhóspito del borde Exterior donde nacieron dos generaciones de Skywalker, con la mítica leche azul.

En Bespin, donde Leia Organa confiesa a Han Solo sus sentimientos, no podía faltar un suflé nube inspirado en su Ciudad de las Nubes, y en Naboo, conocido por ser escenario de grandes conflictos intergalácticos, propone degustar un doo del lago Paonga.

En Coruscant, cuna del Imperio, se inspira para sus alitas de pollo imperiales o el zumo jedi; en Kamino, donde se creó el ejército de clones al servicio de la República, su ración cereal, y en Kashiyyyk, el hogar de los feroces wookiees, los pastelillos Chewie en honor de su habitante más popular, Chewbacca.

Recrea Mustafar, donde se produjo el célebre duelo entre Anakin Skywalker y Obi-Wan Kenobi, y su volcánica atmósfera en un potaje ardiente y en un postre de lava roja, y Jakku, en cuyos cielos el Imperio se enfrentó por última vez a las fuerzas rebeldes, con unas tapas variadas del bar de Ergel.

Además, los huevos takodana con lonchas de carne seca de Gornt evocan el plantea donde Rey halla el sable láser perdido de Luke Skywalker. Propuestas para que "la fuerza acompañe" a todos los cocinillas galácticos.

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