Con la webcam también se puede hacer arte

Probablemente nos hemos hecho muchas fotos con la webcam, pero nunca hubiésemos pensado que el resultado merecería estar expuesto y menos aun en un marco el de PHotoEspaña. La Fundación Canal de Madrid presenta - en el ámbito de la XIV edición del Festival de fotografía que este año abarca el tema del retrato bajo el lema 'Interfaces. Retrato y comunicación' - una muestra novedosa por dos motivos.

El primero es que todas las fotos expuestas están hechas con una webcam y la segunda es que no hay que moverse de casa para verla, ya que se trata de una exposición online.La sesenta fotos que forman parte de este recorrido virtual son el resultado de un proceso de selección entre más de mil instantáneas llevado a cabo por el fotógrafo francés Pierre Gonnord– cuya obra destaca por intensos retratos generalmente de gran tamaño y a medio camino entre el óleo y la fotografía; por la filóloga, periodista y autora del blog Generación Y Yoani Sánchez; por el gestor cultural Rafael Doctor Roncero y por un representante de la Fundación Canal.

De arte ingenuo, nada

Daniel Guijarro Jiménez ha ganado el concurso con una foto en la que parece fluctuar en la oscuridad. Los ojos cerrados, iluminado sólo por la luz del ordenador. Daniel, que tiene 18 años y un grado medio de audiovisual, cuenta que se animó nada más ver el concurso. Todo lo que hizo fue encerrarse en su habitación, hacer dos o tres pruebas y enviar la que le pareció haber salido mejor.

Sin embargo no cabe hablar de arte ingenuo o de improvisación. A pesar de que no se trate de artistas conocidos o de nada más que aficionados a la fotografía, esta exposición es una recopilación de obras de arte que comparten una precisa intención artística y el paseo virtual se disfruta como se disfrutaría cualquier otra exposición. Sostiene Daniel Guijarro que a veces a los muesos no se les saca el mejor partido y que le parece muy bien que la gente experimente, tanto con la webcam como con las exposiciones online.

La fotografía con webcam, como la fotografía con móvil, puede que sea un género todavía muy fluido o puede que no sea ni siquiera un género pero inventa una nueva manera de practicar el arte y de disfrutarlo. La webcam es uno de esos cachivaches tecnológicos por los que pasan todo tipo de sentimientos. Acortando las distancias y uniendo tierras lejanas como un puente, una simple webcam puede dejar pasar el amor, la nostalgia, la decepción, la amistad, las peleas y el sexo.

Supervivientes en medio de centenares de pruebas mal hechas, estos retratos hablan de todo esto, exponen y protegen su intimidad, compartiendo la idea de que quizás no son aptos para que los vean los familiares pero sí para que los vean miles de personas. Como exigir leyes más duras en materia de protección de datos y contarlo todo hasta el más mínimo detalle en las redes sociales. Si buscamos una exposición que hable más y mejor de la sociedad en la que vivimos, no la encontraremos.