Madrid.- Un millón de espectadores en los mejores teatros de música y danza del mundo es el resultado de una década del Flamenco Festival, que para celebrarlo pondrá el próximo mes a "desfilar" a cantaores y bailaores como Israel Galván o María Pagés en el Museo Guggenheim de Nueva York "vestidos" por Dalí y Picasso.
Entre el 6 y el 27 de febrero, Nueva York, Washington DC, Miami, Boston, Vancouver y Londres concentrarán la mayor muestra de flamenco fuera de España con artistas como Galván y Pagés, Eva Yerbabuena, Manuel Liñán, Rocío Molina, Belén López, Marina Heredia, Canteca de Macao o José Antonio Rodríguez.
El festival, explica en una entrevista con Efe su director, Miguel Marín, ha superado "con nota" el reto de llenar los mejores teatros del mundo de "quejíos" y "zapateaos", hacerse sitio en sus programaciones anuales y que los artistas consagrados tengan "un reconocimiento" y los "noveles" una oportunidad.
Ahora, dice Marin, está a la búsqueda de nuevos retos para seguir avanzando y "salir de la zona de confort y encontrar otras puestas en escena" sin cambiar el "vocabulario" pero sí colaborando con artistas de otras disciplinas para llegar a nuevos públicos.
La gala en el Guggenheim -que se repetirá en galería Corcoran de Washington- es la punta de lanza de esa "nueva fase", que, reconoce Marín, aún está en fase de "diseño" aunque la tiene "tan clara" que el lema del décimo aniversario es "Todo cambia".
El espectáculo en el museo, patrocinado por la Comunidad de Madrid, es un desfile coreografiado, dirigido por Marcos Chamorro, en el que los artistas "pasarán modelos" que diseñaron Dalí y Picasso y que han sido cedidos por el Ballet Nacional de España.
Este año la programación tiene dos objetivos: proporcionar a artistas menores de 30 años su primera experiencia internacional, y mostrar la parte más vanguardista del flamenco, con los trabajos de Eva Yerbabuena en "Lluvia"; Israel Galván en "La edad de oro"; Rafaela Carrasco en "Vamos al tiroteo"; María Pagés en "Autorretrato"; y el Nuevo Ballet Español en "Cambio de Tercio".
Para las actuaciones programadas en Estados Unidos (24) y Canadá (1), el Festival cuenta con un presupuesto de 1 millón de euros, de los que el 30% es aportación pública.
El INAEM y la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco sufragan el 20% y el resto entre el Ayuntamiento de Córdoba, que patrocina el espectáculo "Córdoba en el tiempo", con José Antonio Rodríguez; la Fundación Tres Culturas se ocupa del de Marina Heredia y la Orquesta Chekara Andalusí de Tetuán; y el Ayuntamiento de Sevilla del de Israel Galván, "La edad de oro".
El riesgo empresarial, asegura Marín, es muy alto porque en España un festival que tenga "buena financiación" cuenta con un 70% de aportación pública y el 30% proviene de taquilla.
Aún así, dice, todo el esfuerzo, "la lucha y el estrés", han merecido la pena y su sueño de hace diez años de que el flamenco tuviera presencia en los teatros de referencia internacional se ha cumplido porque ha logrado que, en Estados Unidos, el Nueva York City Center y el Carnegie Hall sean sedes estables del proyecto, y, en Inglaterra, el Sadlers Wells de Londres.
"Lo del Carnegie -que programa el Festival cada dos años- es además muy, muy importante porque todos los teatros grandes del mundo miran lo que ellos programan para copiarlo", revela.
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