De Michael Jackson a Justin Bieber: los pobres niños ricos del mundo del espectáculo

  • El rey del pop y el vocalista canadiense comparten una adolescencia atípica, llena de éxito, fans y sacrificios. No son los únicos en una larga lista de jóvenes prodigios del mundo del espectáculo. Ahora, el documental 'Never Say Never' muestra en 3D los pasos hacia el éxito de Bieber.
El documental "Never Say Never" muestra los pasos hacia el éxito de Justin Bieber
El documental "Never Say Never" muestra los pasos hacia el éxito de Justin Bieber
lainformacion.com
Julio Vallejo | aviondepapel.tv

Justin Bieber es el cantante del momento. Las multimillonarias ventas de sus álbumes, el gran número de fans que le siguen en las redes sociales y el revuelo que provocan sus actuaciones así lo demuestran. Todo ello sin haber alcanzado la mayoría de edad.

Bieber y Jackson

Su caso recuerda, en cierta medida, al de Michael Jackson. Al igual que el canadiense, el artista norteamericano fue estrella cuando era poco más que un niño. A diferencia del rey del pop, Bieber no tiene un padre que le amargue la existencia. Así lo muestra Never Say Never, el documental que sigue los pasos de Bieber en la gira  que le llevó a actuar en el Madison Square Garden, lugar mítico para el mundo del pop y del rock donde también actuó Jackson.

No es la única referencia a la estrella norteamericana que aparece en la película. En el filme, una madre que acompaña a su hija a uno de los conciertos de Bieber recuerda que ella tenía la misma edad que la niña cuando acudió a una actuación de Michael Jackson.

No obstante, lo que quizá resulta más impactante sean las palabras en las que Bieber se refiere  al autor de Thriller. El ídolo de adolescentes pide que no le arrebaten la infancia, como le ocurriera a Michael Jackson.

No parece que eso vaya ocurrir en la vida del cantante canadiense. Como se puede ver en el documental, su entorno procura ser como una gran familia para lograr que la vida de la estrella sea lo más normal posible.

Vidas truncadas

Sólo el tiempo dirá si Bieber terminará convirtiéndose en un vocalista adulto de éxito, como el propio Michael Jackson, o, por el contrario, formará parte del grupo de estrellas del espectáculo que triunfaron en la niñez y la adolescencia para fracasar en su carrera como adultos.

Un ejemplo claro y reciente de este declive prematuro es Haley Joel Osment, el protagonista de El sexto sentido, Inteligencia artificial o Cadena de favores. La adolescencia no fue clemente, profesionalmente hablando, con el joven intérprete, que se sumergió en una espiral de escándalos relacionados con las drogas y el alcohol. En la actualidad, el actor sigue interviniendo en películas y poniendo voz a videojuegos, aunque la fama alcanzada en su niñez no parece que se vuelva a repetir.

Muy parecida es la trayectoria de Macaulay Culkin, la estrella de Sólo en casa. Después de abandonar la adolescencia, se casó y divorció tempranamente, y, siguiendo la tradición más típica de los juguetes rotos del mundo del espectáculo, fue detenido por posesión de drogas. Su carrera no ha vuelto a despegar.

Más dramático es el caso de Brad Renfro, el protagonista de El cliente y Verano de corrupción. El joven actor se sumergió en el consumo de drogas y llegó a ser acusado de tráfico de estupefacientes. Su vida se truncó como consecuencia de una sobredosis. Tenía sólo 25 años.

En nuestro país, Joselito es el ejemplo más claro de malograda estrella infantil. El niño cantante de El pequeño ruiseñor y Escucha mi canción no consiguió mantener el éxito en la edad adulta. Muchos años después de su temprano éxito, José Jiménez Fernández, verdadero nombre de Joselito, volvería a la actualidad por su adicción a las drogas y su paso por la cárcel.

Buscando redención

Algunos de los que fueron niños prodigio pasaron por una fase más o menos salvaje para resurgir de sus cenizas. El ejemplo más claro es el de Drew Barrymore. La joven protagonista de E.T. y Ojos de fuego atravesó una etapa de adicción a las drogas cuando apenas había llegado a la adolescencia. En el caso de la joven actriz, el apellido parecía pesar mucho. Recordemos que la saga de los Barrymore, una de las más prestigiosas del mundo del espectáculo estadounidense, es famosa por su historial de excesos. No obstante, la intéprete consiguió superar el bache y la maldición familiar para convertirse en una estrella adulta.

Lindsay Lohan intenta seguir los pasos de la protagonista de Los ángeles de Charlie. La que fuera estrella de Tú a Boston, yo a California o Ponte en mi lugar se convirtió en una verdadera chica mala cuando dejó la adolescencia. Su adicción al alcohol, la agitada vida nocturna  y los abundantes accidentes de coche no han ayudado precisamente a su carrera. No obstante, ella intenta volver a la primera línea de Hollywood, como demuestra su papel en Machete, aunque todavía es pronto para pronosticar si lo conseguirá.

Saber crecer

Los casos de aquellas estrellas que supieron mantener el éxito en la edad adulta son también frecuentes. Uno de los ejemplos más claros es el de Jodie Foster. La que fuera actriz infantil en Bugsy Malone y Taxi Driver se transformó en una de las mujeres más respetadas de Hollywood. Sus oscars por Acusados y El silencio de los corderos lo atestiguan.

No menos impresionante es el caso de Natalie Portman. La adolescente de Leon (El profesional) y Beautiful girls, se ha convertido en una de las grandes estrellas del milenio, gracias a su intervención en  la saga Star Wars y, sobre todo, a su óscar por Cisne negro.

En el mundo de la música, Ricky Martin ha superado en la edad adulta la gran repercusión de Menudo, la banda con la  que triunfó en la adolescencia, mientras que Paulina Rubio se ha convertido en una cantante que ha eclipsado el éxito de Timbiriche, el grupo infantil con el que se dio a conocer.

En otros casos, como el de Michael Jackson o la española Pepa Flores, Marisol,los artistas prosiguieron su carrera de éxitos en la edad adulta, aunque acarreando la pesada carga de unos recuerdos infantiles no siempre agradables.

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