Dedican exposición a Lalique, el vanguardista del "lujo industrial moderno"

  • Maite Rodal.

Maite Rodal.

La Haya, 22 jun.- Los modernistas diseños de joyas y objetos decorativos del maestro francés del Art Nouveau y Art Deco, René Lalique, centran la mayor exposición que Holanda le ha dedicado y que hoy se abre en el museo Municipal de La Haya.

"Lalique es el descubridor del marketing del lujo. Ya en 1905 sabía cómo vender ese concepto, dando a sus clientes la sensación de que compraban algo único a pesar de que la producción era industrial", dijo hoy a Efe el conservador de la muestra, Lennart Booij.

Conocido por sus avanzados diseños en joyería, Lalique (1860-1945) fue también el pionero del llamado "lujo industrial moderno".

Las creaciones del maestro francés eran altamente apreciadas entre un clientela pudiente que en la época buscaba "el buen gusto y la calidad", dos de los elementos que caracterizan por excelencia la producción de Lalique, precisó el experto.

Lalique es además sinónimo de vanguardismo: en sus joyas, decoradas con motivos de la naturaleza y formas femeninas, usaba materiales poco convencionales en la época sustituyendo los diamantes y el oro por piedras semipreciosas.

Como productor industrial de vidrio estuvo ligado a la industria de la perfumería francesa -que conocía de cerca- , y conseguía dar a sus clientes una sensación de "unicidad de los productos", lo que se conoce como "lujo industrial moderno", explicó Booij.

A pesar de que cada uno de sus modelos en vidrio podía alcanzar tiradas de entre 200 o 300 piezas, los clientes pensaban que adquirían objetos únicos porque eran distribuidos por todo el mundo de tal manera que no se repetían en los países, precisó el conservador.

También innovaba en el uso de tecnologías, aplicando a sus piezas métodos de reducción de tamaño aplicados por artesanos medallistas o técnicas de presión del vidrio propias de la industria vinícola francesa.

Con una selección de más de cien piezas recolectadas en Holanda y préstamos de colecciones privadas, la muestra hace una retrospectiva de la obra del maestro francés, ilustrando su "evolución artística, desde diseñador de joyas hasta un industrial del vidrio", en palabras del director de la exhibición.

También refleja cómo su obra fue recibida en los años veinte en Holanda, donde, su producción en cristal se vendía de forma exitosa, tanto en grandes almacenes, como "Metz & Co" o "Focker", como en "pequeñas tiendas en Rotterdam, La Haya, (Oeste), Groningen o Leuwaarden (norte)", según Booij.

"Hemos encontrado a clientes que compraron piezas, gente con una orientación internacional, de buena posición económica que compraba a Lalique porque sus trabajos eran una especie de código del buen gusto", enfatizó el experto.

Su obra también era popular en la antigua colonia holandesa en Indonesia, contando la muestra con una ampliación de una foto de una tienda en la isla de Java en la que se vendían piezas de vidrio de Lalique, algunas de las cuales, recuperadas para la exhibición, se exponen frente a su antiguo punto de venta, describió el conservador.

Para Booij, la pieza más destacada de la muestra es una placa hecha por Lalique en 1907 para entregar como premio en una competición náutica y que proviene de la colección de la familia Rothschild.

"Es una pieza especial, hecha en exclusiva para el ganador de la carrera", indicó Booij, cuyo interés por Lalique se remonta a un día en que con 16 años se topó en un mercado ambulante con un objeto "de excelente calidad" del artista francés.

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