Ecuador presenta discos música ancestral en proceso rescate patrimonio sonoro

  • Empeñado en recuperar su patrimonio, el gobierno de Ecuador presentó hoy el proyecto "De Taitas y Mamas" que pretende rescatar el arte musical de los más ancianos que han mantenido sus tradiciones pese a estar excluidos de las agendas oficiales.

Quito, 5 abr.- Empeñado en recuperar su patrimonio, el gobierno de Ecuador presentó hoy el proyecto "De Taitas y Mamas" que pretende rescatar el arte musical de los más ancianos que han mantenido sus tradiciones pese a estar excluidos de las agendas oficiales.

"De Taitas (papás en quichua) y Mamas" comprende una colección de seis discos de iconos de la música nacional: Don Naza, Papá Roncón, Las Tres Marías, Julián Tucumbi, Mariano Palacios y Mishqui Chillumbo.

"Es un proyecto de recuperación de los saberes, conocimientos y creaciones de nuestros más ancianos gestores culturales que, además, históricamente han vivido excluidos de las posibilidades de apoyo de gobiernos de turno", dijo a Efe la ministra coordinadora de Patrimonio, María Belén Moncayo.

Aparte de rescatar los conocimientos y poner un cimiento más al tema de la identidad en el país, los músicos recibirán la regalía correspondiente por la venta de sus discos y ya han sido incluidos en programas estatales de atención, por ejemplo, en temas de sanidad.

Son seis discos con canciones y con música instrumental de gente que ha desarrollado su arte en condiciones poco favorables, como Don Daza quien a sus 92 años y sin saber leer ni escribir, es parte de la historia musical de Ecuador por su arte con la marimba y el canto.

También está Guillermo Ayoví, conocido como Papá Roncón un sobrenombre que heredó de su venta de pescados "roncadores" en las calles, o Julián Tucumbi, que toca 22 instrumentos, sobre todo los de viento, que los aprendió viendo a sus mayores y practicando durante las horas que sus borregos pastaban en el páramo.

"Los ecuatorianos y nuestro territorio es tan diverso que podemos expresar nuestra diversidad a través de estos patrimonios vivos que no pueden morirse olvidados", indicó Moncayo al subrayar que se debe recuperar los conocimientos de los "abuelos".

Los 36.000 discos, que costarán menos de cinco dólares cada uno y que circularán con dos diarios nacionales, son para Ivis Files, el productor de la colección, el resultado de una década de búsqueda de los iconos musicales.

Para él, lo que han plasmado en los discos es música que se ha mantenido pese a las adversidades que han afrontado sus autores e interpretes y atribuye la fuerza para su mantenimiento a que son notas que "salen del corazón, de las entrañas, de la tierra".

Para él, la colección puede ser una suerte de "carta de presentación" o de "pasaporte musical" para los ecuatorianos en el mundo. Apunta que colombianos, argentinos o brasileños tienen "arraigada en su corazón la música", pero los ecuatorianos no conocen todo su legado en ese campo.

Lamentó que este tipo de saberes y tradiciones se hayan mantenido al "margen" en la sociedad y se muestra seguro de que fuese diferente si se inculcara su enseñanza desde temprana edad.

Durante el proyecto, dijo a Efe que constató con pesar que los ancianos, los "taitas y las mamas", son discriminados por los jóvenes de las comunidades.

"Los que vienen de ciudad con otro tipo de formación e información van a buscarles para rescatar esto y en su propia comunidad el interés se está perdiendo", se lamentó al comprender, sin embargo, la poca gana de nietos en emular las tradiciones de abuelos a los que han visto vivir "en condiciones pésimas".

Los jóvenes prefieren por eso emigrar a ciudades o estudiar otras cosas, dijo al declararse seguro de que si éstos viesen a los ancianos como agentes de cambio en las comunidades, las nuevas generaciones "van a querer ser como ellos".

Para Ivis, el proyecto será de beneficio general pues no sólo ayudará a los artistas ancestrales tradicionalmente olvidados sino que éstos se convertirán en uno de los cimientos culturales y de afianzamiento de la identidad. "El contenido de lo que ellos ofrecen es lo que nos va rescatar a nosotros", subrayó.

Para Moncayo, debe haber un "compromiso generacional" pues "un proyecto sin memoria es como una persona que tiene todas sus capacidades vitales funcionando pero tiene alzheimer".

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