Eduardo Noriega prepara un western dirigido por Mateo Gil

  • Madrid.- Eduardo Noriega, aunque estrena hoy "El mal ajeno", luce ya un denso bigote que obliga a preguntarle por su próximo proyecto: un western dirigido por Mateo Gil en el que cabalga con un decrépito Butch Cassidy interpretado por Sam Shepard.

Eduardo Noriega prepara un western dirigido por Mateo Gil
Eduardo Noriega prepara un western dirigido por Mateo Gil

Madrid.- Eduardo Noriega, aunque estrena hoy "El mal ajeno", luce ya un denso bigote que obliga a preguntarle por su próximo proyecto: un western dirigido por Mateo Gil en el que cabalga con un decrépito Butch Cassidy interpretado por Sam Shepard.

El actor santanderino muestra en una entrevista con Efe su entusiasmo por el proyecto: "Es un western basado en (hechos acaecidos en) el año 27 (del siglo pasado) en Bolivia. Cuenta la historia del último viaje, la ultima aventura de Butch Cassidy. Ya viejo, e interpretado por Sam Shepard, decide volver a su tierra, Estados Unidos, y dejar esta vida de forajido" que fue captada ya por el cine en "Dos hombres y un destino".

Mateo Gil, fiel guionista de Amenábar que comenzó su carrera como director con "Nadie conoce a nadie", vuelve a contar con Noriega para este filme, cuyo título será "Blackthorn" y contará "con todos los elementos del western puro, con todos los códigos de honor, persecuciones y tiros", explica el actor.

En esta historia hipotética -en realidad el año aproximado de la muerte del célebre bandido es 1908- Eduardo Noriega hace de "un ingeniero de minas español que se ha lanzado a la aventura. Quiere ser un forajido también y con el que Cassidy hace su último viaje".

"Estoy entusiasmado por hacer una película con Mateo Gil, que sea un western y además al lado Sam Shepard. Voy a ser uno de los pocos actores del mundo que ha cabalgado a Butch Cassidy", reconoce orgulloso, pese a que su mentor, Amenábar, desaprueba el bigote.

"Ahora que ha producido una película quiere ejercer de productor en todas las películas", bromea.

Noriega ha articulado lo mejor de su carrera guardando fidelidad a sus nombres habituales. A Amenábar y Gil habría que sumar a Marc Recha, con el que explora su faceta más independiente en títulos como "Las manos vacías" o la más reciente "Petit Indi"

"En esta profesión complicada a la hora de conseguir buenos productos, porque los rodajes son intensos, son agotadores, procuras rodearte de gente que conoces y con la que te entiendes. Si además les admiras mejor. En el caso de Amenábar, Mateo Gil o Recha estoy encantado de que cuenten conmigo", reconoce.

Aun así, sigue creyendo en los jóvenes valores. "Tuve mucha suerte de empezar con gente como Amenábar, que fíjate quién es ahora", explica el actor, que apuesta por una interpretación de madurez en "El mal ajeno", producida por su mentor y dirigida por Oskar Santos, otro debutante que apunta maneras.

Además, acaba de rodar "Agnosia", también opera prima esta vez de Eugenio Mira. "Es más o menos de la misma quinta que Amenábar. Gente que escribe, dirige, que compone la música y monta. Un genio tipo Guillermo del Toro, con un talento audiovisual increíble".

Para Noriega sí se puede hablar de una nueva generación de cineastas en España. "No tiene nada que ver con las anteriores del cine español. Saura y Camus, gente que tuvo que luchar contra una censura, que se rompían la cabeza con metáforas y eufemismos para poder contar lo que querían contar".

"Esta nueva generación no son ni mucho menos tan cultos, ni prácticamente son lectores, sino forofos del cine: se lo han visto todo. Frikis totales, pero es su campo y saben perfectamente el valor narrativo de cada plano. Les va la vida en ello y lo transmiten al actor", argumenta.

Noriega, entonces, se asienta de nuevo con los talentos españoles, después de una carrera en la que ha tenido sus idilios con el cine francés -"Novo", en 2001-, argentino -"Plata Quemada", en 2000- y en Hollywood -"En el punto de mira", en 2008.

"Mi futuro está en España, es donde puedo sacar más de mí mismo. Pero siempre que tenga oportunidad de rodar fuera lo haré. Así no saturas ningún mercado, desapareces un tiempo. Me gusta ese concepto de aparecer cuando hay que hacerlo, pero mantenerme en un plano más discreto cuando no presentas películas", concluye.

Y para ese futuro, formula sus deseos: "No me importaría nada hacer un musical. No estoy preparado para ser cantante profesional ni podría hacer un musical en teatro, pero un musical de cine sí me gustaría", concluye.

Mateo Sancho Cardiel

Mostrar comentarios